Tribuna:

Inicio desesperanzador

El inicio de esta penúltima semana del año no ha podido ser más desesperanzador. El índice general del mercado de valores madrileño reflejaba un valor mínimo en todo el año tras perder un entero, y en general el ambiente en el que se desarrollaron las contrataciones del día fue cansino, orientado a la baja y con bastantes pocas expectativas.El grupo bancario, tanto en su aspecto de entidades industriales como en las comerciales, volvieron a capitalizar las mayores pérdidas conjuntas del mercado, y los siete grandes, es decir, las mayores entidades bancarias nacionales consideradas en fu...

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El inicio de esta penúltima semana del año no ha podido ser más desesperanzador. El índice general del mercado de valores madrileño reflejaba un valor mínimo en todo el año tras perder un entero, y en general el ambiente en el que se desarrollaron las contrataciones del día fue cansino, orientado a la baja y con bastantes pocas expectativas.El grupo bancario, tanto en su aspecto de entidades industriales como en las comerciales, volvieron a capitalizar las mayores pérdidas conjuntas del mercado, y los siete grandes, es decir, las mayores entidades bancarias nacionales consideradas en función del volumen de sus depósitos, presentaban unos restos vendedores de 570.597 títulos, siempre referido exclusivamente al mercado madrileño.

La decoración en este grupo no había cambiado sustancialmente en relación a jornadas precedentes. Banesto volvía a encabezar por derecho propio la lista de las ventas, ofreciendo al término de la reunión un resto vendedor de casi 273.000 acciones, y era seguido por Santander, con un saldo negativo de 112.524 títulos. Después había ya que dar un salto importante en cuanto al volumen de las órdenes de venta que quedaban sin hallar contrapartida hasta encontrar al Popular, que presenta algo menos de 66.000 títulos sin casar.

Ante este panorama es fácil imaginar que los repliegues se generaran entre todos estos valores, siendo Banesto, Popular y Vizcaya quienes bajaban con más fuerza (seis puntos fueron sus recortes), mientras que Hispano adoptaba una posición intermedia, recortando su cotización anterior en cinco enteros, y Bilbao, Central y Santander, por su parte, dejaban cuatro puntos.

En cuanto al sector eléctrico, que ayer quiso demostrar, y esto tampoco es novedad, pues lleva intentándolo a lo largo de las últimas reuniones, una mayor resistencia a la baja, consiguió, o al menos así lo hicieron algunos de sus valores más significativos, no ser castigado en exceso por la presión, casi indiscriminada, de los vendedores. No ocurrió lo mismo con los derechos de suscripción de las sociedades de este sector que se encuentran realizando ampliaciones de capital, donde el peso de las ventas se dejó sentir con mayor fuerza. Los cupones de Hidrola eran los que mejor librados consiguieron salir, perdiendo al cierre solo 25 céntimos. Los de Sevilana, por su parte, perdían 50 céntimos y terminaban pagándose por debajo de una peseta, exactamente 0,75, sin que a pesar de ello se haya podido apreciar un incremento sustancial en la demanda. Viesgo, la tercera de las compañías privadas que están realizando desdobles, experimentó también en su capítulo de derechos de suscripción una trayectoria marcadamente negativa, al establecer el precio de éstos en 8,50 pesetas, frente a las 11 que había marcado en la sesión anterior.

No obstante, al término de las reuniones los comentarios de los especialistas apuntaban la posibilidad de que algunas cotizaciones hayan tocado fondo. En este sentido se señalaba la resistencia frente a las órdenes de venta que habían observado valores tales como Dragados.

Por el momento lo cierto es que no existe ningún elemento objetivo concreto que permita elevar las impresiones anteriores a conclusión definitiva, y no resta sino esperar a ver cómo se desenvuelve el mercado ante la ampliación que haya anunciado CEPSA y los pagos de dividendos de fin de año.

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