Cartas al director

La posición anticomunista

Mi indignación no puede fundamentarse en la sorpresa de un cambio de actitud en su publicación. En esto, su línea siempre ha sido invariable. No les acuso de promover insidiosas campañas de Prensa porque su tufillo anticomunista es consustancial a su línea de información.

Un licenciado de veintidós años ha podido ir recogiendo cotidianamente sus opiniones y posturas sobre la cuestión comunista para llegar a la triste conclusión de que la biblia de la progresía moderada deforma la realidad en lo concerniente a estos temas. Deformación no tanto por decir mentiras como...

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Mi indignación no puede fundamentarse en la sorpresa de un cambio de actitud en su publicación. En esto, su línea siempre ha sido invariable. No les acuso de promover insidiosas campañas de Prensa porque su tufillo anticomunista es consustancial a su línea de información.

Un licenciado de veintidós años ha podido ir recogiendo cotidianamente sus opiniones y posturas sobre la cuestión comunista para llegar a la triste conclusión de que la biblia de la progresía moderada deforma la realidad en lo concerniente a estos temas. Deformación no tanto por decir mentiras como puños, en cuanto decir la verdad a medias, escondiendo una parte de ella.

Su quid está en la forma de enfocar la información: si hacían falta cambios en el partido comunista, los que ahora se hacen, sin ver resultados, no sirven; si García Márquez es un gran escritor, lo va siendo menos desde que está decididamente por defender el proceso cubano; hay que ver qué buen chico es el Umbral, pero desde que pidió el voto para los comunistas y desde que toma posturas claramente comprometidas, es un snob que vive de dar la notaria. Las películas con planteamientos de izquierda pierden el valor que puedan tener por su matiz político; por contra, la película del día 13 era un panfleto fascista para bobos, sin base artística alguna, pero A. M. Torres la calificaba de excelente: era de Hitchcock. Para J. M. Ullán, el musiquero, el último disco de Milanés es un desastre y, sin mencionar crítica alguna sobre la música, se dedica a descalificarlo porque se atreve a cantar a Cuba, a la revolución, porque música poemas de Benedetti.

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Tío, tú que sabes de música, pónsela a los discursos de Reagan y cántale al mundo libre.

Nada más, comunicarles que perdieron hace tiempo a un lector diario, luego a un asiduo; ahora lo han perdido definitivamente. Aunque sólo sea por las 35 pesetas, les debería importar./

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