Cartas al director

Los profesores de Periodismo

Cuando se desconfia temblorosamente de la calidad profesional de los licenciados en Ciencias de la Información no suele aparecer casi nunca la asombrosa opinión que tenemos los alumnos de tan gris facultad, de nuestros profesores.A veces me da la sensación de que lo son, porque a determinada hora de un día -que suelen tener muy ocupado- se dan cuenta de que tienen que aparecer por clase, y, como el que cree llegar tarde al cine, se ponen el abrigo, se aclaran la garganta y aparecen por la facultad, y, como perfectos magos, dan una clase más.

Pero como no somos tan tontos, nos llegamos a...

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Cuando se desconfia temblorosamente de la calidad profesional de los licenciados en Ciencias de la Información no suele aparecer casi nunca la asombrosa opinión que tenemos los alumnos de tan gris facultad, de nuestros profesores.A veces me da la sensación de que lo son, porque a determinada hora de un día -que suelen tener muy ocupado- se dan cuenta de que tienen que aparecer por clase, y, como el que cree llegar tarde al cine, se ponen el abrigo, se aclaran la garganta y aparecen por la facultad, y, como perfectos magos, dan una clase más.

Pero como no somos tan tontos, nos llegamos a dar cuenta que tiene truco.

Se necesita más seriedad, más horas de dedicación, menos semínaríos vacíos, que, por mucho que se sea o se sepa, las clases hay que prepararlas, y supongo que se preparan con horas de trabajo y programación metódica, para que las clases sean relativamente apetecibles. /

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