Investigación sobre la conducta de dos policías forales

El jefe de la Policía foral, capitán Luis Lezana, ha abierto una investigación en torno a las acusaciones formuladas contra dos policías forales pertenecientes a la escolta personal del presidente de la Diputación Foral de Navarra, Juan Manuel Arza, en una denuncia por "insultos, injurias y daños" presentada ayer en el juzgado de guardia de Estella por las arrendatarias de un bar.En la denuncia presentada por María Carmen Uriz y Soledad Urabayen se señala que los dos supuestos policías forales agredieron e insultaron a varías de las personas que se encontraban en el establecimiento, llegan...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El jefe de la Policía foral, capitán Luis Lezana, ha abierto una investigación en torno a las acusaciones formuladas contra dos policías forales pertenecientes a la escolta personal del presidente de la Diputación Foral de Navarra, Juan Manuel Arza, en una denuncia por "insultos, injurias y daños" presentada ayer en el juzgado de guardia de Estella por las arrendatarias de un bar.En la denuncia presentada por María Carmen Uriz y Soledad Urabayen se señala que los dos supuestos policías forales agredieron e insultaron a varías de las personas que se encontraban en el establecimiento, llegando incluso a golpear a una joven con una pistola en la cabeza.

La denunciante asegura que estas dos personas son escoltas personales del presidente de la Diputación Foral, Juan Manuel Aeza, y que ambos irrumpieron en el establecimiento bar Monte Esquinza de Cirauqui, población esta última situada a unos diez kilómetros de Estella, hacia las 3.30 de la, madrugada del pasado domingo, día 21 de noviembre. A esa hora el bar se encontraba lleno de clientes, a la mayor parte de los cuales los dos policías forales pidieron las documentaciones, llegando a amenazar a algunos. Según consta en la denuncia, las amenazas fueron continuas y los mencionados policías acusaron a las arrendatarias del establecimiento de que el local amparaba negocios de drogas y prostitución. La denunciante añade que la actitud de violencia fue patente a lo largo de toda su estancia.

A un joven que protestó porque le habían llamado macarra le propinaron varias patadas y tras amenazarle con una pistola en el cuello le dieron con la misma en la cabeza. Durante su estancia en el bar, que duró cerca de dos horas, los supuestos policías forales registraron las dependencias del establecimiento sin llegar a mostrar en ningún momento la correspondiente orden de registro.

El presidente de la Diputación Foral de Navarra, Juan Manuel Arza profirió ayer no hacer ningún tipo de declaraciones en torno a esta noticia, aunque, sin embargo, dijo que lo que se ha pretendido es desprestigiar a las instituciones navarras ya la policía foral. "Alguien ha querido sacar las cosas de quicio, nosotros vamos a abrir una investigación en torno a este tema y tratar de buscar la versión real de lo sucedido".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En