El dolor cuesta 500.000 millones anuales a la sociedad española

Más de 500.000 millones de pesetas le cuesta anualmente el dolor a la sociedad española, según un estudio denominado "Aspectos sociológicos del dolor en España", y realizado a través de numerosas encuestas por el Instituto de Estudios Sociológicos Bernard Drief bajo el patrocinio del Centro de Estudios M.S.D.Los resultados del análisis revelan, según el doctor José Féliz González Rodríguez, que presentó esta investigación en Valladolid, que Ios pacientes se muestran altamente insatisfechos ante "la escasa atención prestada a sus sufrimientos, presentes en dolencias como las reumáticas (más...

Más de 500.000 millones de pesetas le cuesta anualmente el dolor a la sociedad española, según un estudio denominado "Aspectos sociológicos del dolor en España", y realizado a través de numerosas encuestas por el Instituto de Estudios Sociológicos Bernard Drief bajo el patrocinio del Centro de Estudios M.S.D.Los resultados del análisis revelan, según el doctor José Féliz González Rodríguez, que presentó esta investigación en Valladolid, que Ios pacientes se muestran altamente insatisfechos ante "la escasa atención prestada a sus sufrimientos, presentes en dolencias como las reumáticas (más de cuatro millones y medio de enfermos), operaciones quirúrgicas (más de un millón al año), otras de tipo psíquico, etcétera. Las enfermedades reumáticas son, precisamente, la causa más frecuente de acudir al médico cuando hay dolor (41,7% de los encuestados), mientras que en segundo lugar se sitúan las dolencias del aparato digestivo (24%). Esa insatisfacción por el trato recibido conduce, según pone de relieve el estudio citado, a acudir a soluciones relacionadas con el curanderismo, el naturismo o la acupuntura. Destaca el hecho de que el 58,5% crea que la acupuntura es "útil y da buenos resultados", en tanto que el 34,8% opina negativamente sobre los curanderos.

El análisis del Instituto Bernard Krief señala que el dolor produce unos costes que se pueden medir económicamente y otros que tienen un alcance social y más difícil de cuantificar en cifras. Los costes directos del dolor los miden en función de baremos, como personal e instituciones sanitarias, productos farmacéuticos, laboratorios, ortopedia, traslado de enfermos, gastos generales y administrativos, etcétera, mientras que los indirectos se refieren, esencialmente, a disminución de la producción, causada por absentismo laboral o bajo rendimiento. Para la medición concreta de los costes del dolor (separado del resto de la enfermedad) se considera un 2,2% del producto interior bruto (PIB).

Los costes sociales son también importantes. Un 86,68% de los encuestados indica que el dolor influye en sus relaciones sociales, un 49,9% lo traduce en bajo rendimiento, mientras que un 10,7% lo responsabiliza de su mal humor.