Cartas al director

Rebajas que encogen

Coincidiendo con las pasadas rebajas de julio, realizamos la compra de un vestido de verano en los establecimientos Elite que se encuentran en la glorieta de Bilbao, esquina a la calle de Manuela Malasaña, en Madrid.Unos días después, y tras de lavar la prenda con agua fría (según se indicaba en la etiqueta que llevaba prendida), observamos con sorpresa que había encogido varios centímetros por encima del forro. Con la prenda en este estado, volvimos a la tienda pensando que, siendo un fallo del fabricante, se atendería nuestra reclamación. Siguiendo con las sorpresas, no sucedió así, y lo que...

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Coincidiendo con las pasadas rebajas de julio, realizamos la compra de un vestido de verano en los establecimientos Elite que se encuentran en la glorieta de Bilbao, esquina a la calle de Manuela Malasaña, en Madrid.Unos días después, y tras de lavar la prenda con agua fría (según se indicaba en la etiqueta que llevaba prendida), observamos con sorpresa que había encogido varios centímetros por encima del forro. Con la prenda en este estado, volvimos a la tienda pensando que, siendo un fallo del fabricante, se atendería nuestra reclamación. Siguiendo con las sorpresas, no sucedió así, y lo que obtuvimos fue la negativa a atender reclamación alguna, (pues se trataba de una prenda rebajada, que parece da derecho a cometer cualquier atropello).

A la vista de los resultados decidimos tomar la postura que nos parecía más positiva. De esta manera, nos dirigimos a la Junta Municipal del Distrito y posteriormente al Ministerio de Economía y Comercio, donde nos indicaron los trámites a seguir. Así, fuimos a la Jefatura Provincial de Comercio Interior, sita en la calle de Capitán Haya, 51, donde, gracias a la buena disposición y eficacia de sus funcionarios, y, después de las gestiones de los inspectores de este organismo, pudimos llegar a una solución relativamente satisfactoria, aunque todavía tuvimos que soportar el consabido: "Yo no sabía nada, todo ha sido un error", de la dirección de la cadena de establecimientos, así como también la amenaza de denunciarnos en el caso de que el fabricante no ' estuviera de acuerdo con la reclamación (¡país!).

Con estas líneas quisiera hacer una llamada de atención:

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1. Para que todo aquel que se encuentre con un caso parecido actúe sabiendo que existen cauces legales para solucionarlo.

2. Para que estos cauces se perfeccionen y se pueda dar más competencia a los organismos de defensa de los consumidores y así mejorar su acción.

3. Para que empecemos tomar conciencia de que con nuestro apoyo a las organizaciones de consumidores y con 'una Administración seria se podrán ir atajando estos negocios que van siempre en detrimento de las economías más débiles.

Con un pequeño esfuerzo de todos se puede hacer. /

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