La familia Orbegozo se negó años atrás a pagar el 'impuesto revolucionario'

La familia Orbegozo había rechazado hace cinco años la exigencia del impuesto revolucionario por parte de ETA, según manifestó a EL PAIS, uno de los hijos del industrial ayer secuestrado. Desde entonces, de acuerdo con la misma fuente, no se había vuelto a recibir ninguna comunicación ni amenaza de ETA. La familia Orbegozo se encontraba en la tarde de ayer reunida en pleno en la casa del industrial, en Urretxu, a la espera de alguna comunicación de los secuestradores.Juan Mari Orbegozo, uno de los nueve hijos de Saturnino Orbegozo, fue quien atendió en el domicilio familiar la llama...

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La familia Orbegozo había rechazado hace cinco años la exigencia del impuesto revolucionario por parte de ETA, según manifestó a EL PAIS, uno de los hijos del industrial ayer secuestrado. Desde entonces, de acuerdo con la misma fuente, no se había vuelto a recibir ninguna comunicación ni amenaza de ETA. La familia Orbegozo se encontraba en la tarde de ayer reunida en pleno en la casa del industrial, en Urretxu, a la espera de alguna comunicación de los secuestradores.Juan Mari Orbegozo, uno de los nueve hijos de Saturnino Orbegozo, fue quien atendió en el domicilio familiar la llamada de EL PAIS: "La familia siempre se ha dedicado al negocio de la fundición de acero. Lo inició mi abuelo, Esteban, y mi padre y mis tíos continuaron con ello. Ahora, los de la tercera generación también nos seguimos ocupando del negocio. Somos nueve hermanos, y los cinco varones trabajamos con mi padre". Aunque en una época el negocio se extendió a la fabricación de electrodomésticos, desde hace algún tiempo se había limitado de nuevo a la fundición de acero.

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Con voz notablemente emocionada, Juan Mari Orbegozo explica que ningún miembro de la familia presenció el secuestro: "Nos enteramos por testigos presenciales que llamaron a casa en cuanto vieron el suceso. Mi padre había ido a misa de 11.30, como todos los domingos, y a la salida se subió al coche, un Mercedes, para darse una vuelta porla fábrica y resolver algunos asuntos. Entonces, al parecer, le abordaron dos jóvenes que se subieron al coche, le hicieron pasar al asiento de atrás y se lo llevaron. A esta hora (las cinco de la tarde) aún no hemos recibido comunicación alguna ni ha aparecido el coche. Todo lo que sabemos es eso, lo que nos han contado transeúntes que pasaban por allí cuando se produjo el hecho".

La familia, excepto dos hijas casadas que viven en Madrid y que llegaron por la noche, pasó ayer el día reunida en el domicilio del industrial, domicilio que aún comparte uno de los hijos, Faustino. Juan Mari Orbegozo no quiere hacer especulaciones sobre los autores y las intenciones del secuestro: "Suponemos que será para pedir dinero, no sé... Hasta que no nos llame alguien...". ¿Había recibido alguna vez la familia Orbegozo exigencia de impuesto revolucionario? "Alguna que otra vez, hace 'ya tiempo, unos cinco años, pero no se hizo caso. Las cartas eran fotocopias, con sello de ETA, y que no precisaban cantidad. Ha pasado tanto tiempo que ya no le dábamos importancia, porque después no insistieron ni se recibieron amenazas de ningún tipo".

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