Pruebas de un nuevo sistema de auxilio a barcos

En la estación de seguimiento de satélites de Villafranca del Castillo -próxima a Madrid y perteneciente a la Agencia Espacial Europea (ESA)-, técnicos de cinco países han comenzando a realizar pruebas para la puesta en funcionamiento de un sistema de comunicaciones para socorrer a barcos en peligro.El experimento, que recibe el nombre de EPIRB, por las siglas inglesas Emergency Position Indication Radio Beacon, es llevado a cabo por técnicos de Estados Unidos, la URSS, República Federal Alemana, Noruega y Gran Bretaña, y se realiza bajo los auspicios de la Organización Internacional para las ...

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En la estación de seguimiento de satélites de Villafranca del Castillo -próxima a Madrid y perteneciente a la Agencia Espacial Europea (ESA)-, técnicos de cinco países han comenzando a realizar pruebas para la puesta en funcionamiento de un sistema de comunicaciones para socorrer a barcos en peligro.El experimento, que recibe el nombre de EPIRB, por las siglas inglesas Emergency Position Indication Radio Beacon, es llevado a cabo por técnicos de Estados Unidos, la URSS, República Federal Alemana, Noruega y Gran Bretaña, y se realiza bajo los auspicios de la Organización Internacional para las Comunicaciones Marítimas Vía Satélite, en la que participan veinte países, entre ellos España. Su objetivo es una mayor rapidez y total coordinación en las comunicaciones entre los barcos en navegación y los servicios de socorro y auxilio.

El experimento, según explica el director de la estación de Villafranca, Andrés Ripoll, consiste en el ensayo de los transmisores y receptores de que irán dotados unos pequeños aparatos o boyas que llevarán los barcos. Estas boyas podrán encenderse desde los navíos o se conectarán solas en caso de accidente, y enviarán una señal a un satélite de comunicaciones que retransmitirá dicha señal a cualquier estación enlazada con él. A partir de ahí, se podrán coordinar en un centro único la posición y situación de los barcos que navegan en todo el mundo y los auxilios que se les pueden prestar en caso de producirse algún accidente.

Los tipos de boyas que se están experimentando estos días se prueban en conexión con el satélite de comunicaciones Marecs-A, que está en una órbita geoestacionaria sobre el oceáno Atlántico, a 36.000 kilómetros sobre la Tierra. Se ha elegido la estación de seguimiento de Villafranca porque es la única que sigue constantemente este satélite. Actualmente se realiza la fase cuarta del experimento. La fase quinta y última se realizará en enero y febrero de 1983 con los aparatos-boya situados en el mar, concretamente en puntos del mar del Norte.

Cada año naufragan entre 300 y 400 barcos, es decir, más de uno diario como media. De ellos, 20 no tienen tiempo siquiera de pedir socorro. El sistema de coordinación por satélite permitiría salvar numerosas vidas humanas en unas catástrofes donde lo importante es la rapidez en proporcionar auxilio.

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