Felipe González: "Sosiego es la palabra que siempre me ha impresionado más del castellano"

"El sosiego es la palabra que siempre me ha impresionado más del castellano, y el mensaje más importante que en estos momentos se puede enviar a los españoles es el de la esperanza y el sosiego", manifestó ayer tarde Felipe González a Radio Nacional. El próximo presidente del Gobierno ha pasado el fin de semana en casa de un cuñado suyo, en las proximidades de Sevilla, y ha repartido su tiempo entre la vida familiar y las reuniones de trabajo con Alfonso Guerra.

Juan Alarcón, antiguo amigo de Felipe González, fue el encargado de atender el centenar de llamadas recibidas en la casa que F...

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"El sosiego es la palabra que siempre me ha impresionado más del castellano, y el mensaje más importante que en estos momentos se puede enviar a los españoles es el de la esperanza y el sosiego", manifestó ayer tarde Felipe González a Radio Nacional. El próximo presidente del Gobierno ha pasado el fin de semana en casa de un cuñado suyo, en las proximidades de Sevilla, y ha repartido su tiempo entre la vida familiar y las reuniones de trabajo con Alfonso Guerra.

Juan Alarcón, antiguo amigo de Felipe González, fue el encargado de atender el centenar de llamadas recibidas en la casa que Francisco Palomino, marido de Lola, una de las hermanas de Felipe González, tiene en Dos Hermanas, localidad muy próxima a Sevilla. Se trata de una casa de campo de dos plantas, con patio central, jardín y una buena mesa de billar en la que el nuevo presidente hice de cuando en cuando sus habilidades. La proximidad de la vía del tren permitió a los familiares de Felipe González comprar esta casa no hace muchos años a buen precio. Ahora afirman haberse acostumbrado al pasar de los trenes y han dejado de considerarlo una pega.La presencia de Felipe González en la casa desde el sábado por la mañana llevó a la misma a un aluvión de Visitantes. Unos cincuenta periodistas y un par de centenares de amigos han tenido que ser frenados a la puerta de la casa, según explicó a EL PAÍS Juan Alarcón, para evitar que la estancia de Felipe se convirtiera en un martirio. Sólo los familiares más directos (el padre y los otros hermanos, Juan María y Maruja, también casados y con hijos) y algún íntimo pudieron ver a Felipe y robarle algo de tiempo, Domingo y lunes los empleó, en su -mayoría, en trabajar junto con Alfonso Guerra en el estudio de la segunda planta. Fueron largas sesiones de mañana y tarde interrumpidas por alguna fiesta familiar, con reunión de los ocho sobrinos y los tres hijos del líder socialista. Anoche regresó a Madrid en avión particular. Esta mañana verá al Papa, a las 10,30, y a las 18,00 se entrevistará con el Rey.

Sus únicas concesiones a la prensa fueron una rápida entrevista de tono familiar emitida por RTVE en la noche del domingo y una más reposada, ayer por la tarde, a Jesús Quintero, Pilar del Río y Paco Cervantes, de Radio Nacional, y emitida esta madrugada en el programa El Loco de la Colina. En la misma, Felipe González pidió que no le llamaran presidente ("todavía no lo soy") y afirmó que le hubiera gustado recibir al Papa: "Le hubiera dicho: bienvenido a una España en libertad". Dijo también que como presidente quiere ganar, como ocurre en Inglaterra, una peseta menos que el líder de la oposición, "para que nadie entienda el ejercicio del poder como un beneficio económico". Sobre la madrugada del día 29 explicó que su mejor recuerdo es la' conversación que mantuvo a las tres y media con el Rey, que calificó de enormemente grata, y finalizó con el mensaje de esperanza y sosiego "como medio para que los españoles recuperemos energías desaprovechadas".

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