Felipe González, a favor de un acuerdo parlamentario contra el golpismo

"Si el Gobierno ofrece el próximo lunes a la Diputación Permanente del Congreso, como nosotros hemos pedido todos los datos que posee sobre la nueva intentona golpista, creo que, por encima de las actuales confrontaciones electorales, puede alcanzarse una resolución contra el golpismo de todas las fuerzas parlamentarias, como otras veces ha ocurrido respecto al terrorismo", manifestó ayer Felipe González a los informadores que le siguieron en su campaña electoral por Teruel y Valencia. El líder socialista incorporó el tema autonómico, sobre el que dijo que el programa "se cumplirá al cien por ...

"Si el Gobierno ofrece el próximo lunes a la Diputación Permanente del Congreso, como nosotros hemos pedido todos los datos que posee sobre la nueva intentona golpista, creo que, por encima de las actuales confrontaciones electorales, puede alcanzarse una resolución contra el golpismo de todas las fuerzas parlamentarias, como otras veces ha ocurrido respecto al terrorismo", manifestó ayer Felipe González a los informadores que le siguieron en su campaña electoral por Teruel y Valencia. El líder socialista incorporó el tema autonómico, sobre el que dijo que el programa "se cumplirá al cien por cien".Cuando más tarde Felipe González escuchó por la radio que Fraga le llamaba fresco, si aceptaba el debate con Landelino Lavilla y no con él, el líder socialista, que hasta el momento había aparecido relajado durante su campaña electoral, se puso un tanto tenso pero se contuvo. "Yo soy educado y, no le llamo fresco". Preguntado por EL PAÍS si, a pesar del exabrupto de Fraga, no creía que sería clarificador para el electorado un debate televisado entre ambos líderes, Felipe González contesto que, en todo caso, él no tenía por qué elegir a su contrincante.

Insistió en que, en una situación normal, lo lógico sería que el presidente del Gobierno diera la cara en un debate, pero que como Calvo Sotelo no es el líder del partido gubernamental, la situación es especialmente anómala.

Estimó que en todo caso, debían ponerse de acuerdo los líderes de la derecha y rechazó que Landelino Lavilla no tenga nada que ver con Fraga, porque en algunas circunscripciones, como la del País Vasco, van juntos a las elecciones.

Felipe González estimó comprensible -y electoralmente legítimos los esfuerzos de Manuel Fraga por reducir el esquema de la campaña a una pugna PSOE-AP, pero añadió que, de aceptar este planteamiento, otros líderes podrían acusarle de primar a Fraga y propiciar la bipolarización. "La situación es endiablada", afirmó, "porque yo no puedo elegir ni abrir un consultorio para que vayan pasando los demás portavoces".

También se congratuló de las manifestaciones del vicepresidente de la Diputación Permanente, Emilio Attard, en el sentido de que el Gobierno está dispuesto a facilitar los datos con que cuenta sobre el golpe del 27 de octubre. "La información es lo que de verdad produce tranquilidad", afirmó. En cuanto al acuerdo parlamentario sobre este tema lo encuadró dentro del pacto de Estado contra el terrorismo y el golpismo que ya anuncíó en días anteriores, pero puntualizando que eso no quiere decir coalición o acto de gobierno.

Por la noche, más de 20.000 personas se dieron cita en la plaza de Toros en el más apoteósico de los mítines que el líder socialista ha celebrado desde el comienzo de la campaña. En su intervención, prometió atacar la corrupción y el pluriempleo en la Administración, y prometió que "ni un solo diputado del PSOE cobrará dos sueldos". También se mostró contrario a "crear catorce o quince burocracias nuevas" en las comunidades autónomas sin transferencias de la Administración Central.