"No soy un fantasma"

Ante las reacciones tan disparatadas como peregrinas que han provocado mis cartas, me veo obligado a dirigirme a usted otra vez. Aparte de señalar el que no se publicara íntegra mi carta en respuesta al señor Tessier, rnientras que a él no se le regateó una sola línea para hacerme sus acusaciones, quiero referirme al texto publicado por EL PAÍS el día 1, firmado por quien al parecer es mi homónimo, y en el que éste casi se tiene por el único ser vivo de esta ciudad que responde a ese nombre y a esos apellidos que son los de los dos, por otro lado, nada exóticos. ¿Insinúa este señor, por una co...

Ante las reacciones tan disparatadas como peregrinas que han provocado mis cartas, me veo obligado a dirigirme a usted otra vez. Aparte de señalar el que no se publicara íntegra mi carta en respuesta al señor Tessier, rnientras que a él no se le regateó una sola línea para hacerme sus acusaciones, quiero referirme al texto publicado por EL PAÍS el día 1, firmado por quien al parecer es mi homónimo, y en el que éste casi se tiene por el único ser vivo de esta ciudad que responde a ese nombre y a esos apellidos que son los de los dos, por otro lado, nada exóticos. ¿Insinúa este señor, por una coincidencia tan común, que mis cartas eran falsas? Quiero aclarar, por ello, que no soy un fantasma. Me llamo Rafael Muñoz Herrador. Nací hace veintiséis años en Alcaudete (Jaén), de donde salí en 1973. Trabajo en el Metro y vivo en el 19 de la calle de Ave María. Para quien quiera constatar, al margen de lo que cuenten las guías telefónicas, mi condición de habitante de este mundo. Y un dato más relevante, que parece despertar en las personas desprovistas de idealismo todo tipo de sospechas: mi total identificación con el mundo árabe y con la causa de la resistencia palestina. /