Tribuna:

Una reforma municipal de alcance nacional

Con la reforma del estatuto que afecta a las tres grandes aglomeraciones francesas (París, Lyon y Marsella) ha comenzado la batalla política de las elecciones municipales, que se celebrarán el próximo mes de marzo de 1983. Los socialistas anuncian que próximamente formularán una nueva reforma, que afectará a las ciudades de más de mil habitantes. Responderá a los imperativos de la descentralización, es decir, que, en principio, acercará a los administrados con los órganos dirigentes.En el caso de París, Marsella y Lyon, el nuevo, estatuto instituye un nuevo organismo, el Consejo de Barrio, dir...

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Con la reforma del estatuto que afecta a las tres grandes aglomeraciones francesas (París, Lyon y Marsella) ha comenzado la batalla política de las elecciones municipales, que se celebrarán el próximo mes de marzo de 1983. Los socialistas anuncian que próximamente formularán una nueva reforma, que afectará a las ciudades de más de mil habitantes. Responderá a los imperativos de la descentralización, es decir, que, en principio, acercará a los administrados con los órganos dirigentes.En el caso de París, Marsella y Lyon, el nuevo, estatuto instituye un nuevo organismo, el Consejo de Barrio, dirigido por un alcalde, que, según el Gobierno, va en el sentido de la democratización de la vida ciudadana. Para la oposición se trata de una estratagema política de los socialistas, destinada a desbaratar el poder que en las dos primeras ciudades francesas, París y Lyon, está en manos de la oposición.

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París-ciudad, con cerca de tres millones de habitantes, capital de Francia, con 70.000 empleados municipales, sólo tiene alcalde desde 1977, cuando el poder giscardiano decidió dotarla del régimen de derecho común. Durante un siglo, París estuvo administrada por un consejo municipal, pero, de hecho, el poder real de la villa estaba en manos de las autoridades del Estado. Ahora, con Chirac como primer edil, siendo además el adversario político número uno del poder socialista y aspirante a ocupar el palacio de El Elíseo, las prerrogativas que le confiere la alcaldía, con repercusiones en todo el hexágono y en el extranjero (Chirac recibe a todos los jefes de Estado en visita oficial), resucitan las legendarias querellas.

Lyon (1.200.000 habitantes), centro comercial-industrial-hospitalario-universitario de talla internacional, también está en manos de un dirigente de la oposición al mitterrandismo, Francisque Collomb. Marsella, con cerca de un millón de habitantes y primer puerto galo, pertenece, por el contrario, al socialismo,

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