El 10 de octubre será canonizado el franciscano Maximiliano Kolbe, asesinado por los nazis en 1941
El día diez de octubre Juan Pablo II canonizará a un compatriota suyo, el franciscano Maximillano Kolbe, asesinado por los nazis en el campo de exterminio de Oswiecim, a los 47 años de edad. Fue hecho prisionero porque los nazis estimaban que su actividad en los medios de comunicación era subversiva.
En julio de 1941 se fugó del campo de Auschwitz un prisionero. Los ocupantes alemanes castigaba estas huidas diezmando literal mente a los remanentes. En aquella ocasión cayó la fatídica suerte sobre Francisco Gayowniczak. El fraciscano Kolbe se ofreció voluntario en lugar del padre de fami...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El día diez de octubre Juan Pablo II canonizará a un compatriota suyo, el franciscano Maximillano Kolbe, asesinado por los nazis en el campo de exterminio de Oswiecim, a los 47 años de edad. Fue hecho prisionero porque los nazis estimaban que su actividad en los medios de comunicación era subversiva.
En julio de 1941 se fugó del campo de Auschwitz un prisionero. Los ocupantes alemanes castigaba estas huidas diezmando literal mente a los remanentes. En aquella ocasión cayó la fatídica suerte sobre Francisco Gayowniczak. El fraciscano Kolbe se ofreció voluntario en lugar del padre de familia, Gayowniczak, quien todavía vive y será testigo en Roma de la canonizacíón de quien entonces le salvó la vida.Maximiliano Kolbe nació el 8 de enero de 1894 en Zdunka-Wola (Polonia). A los 23 años ingresó en los Franciscanos Menores Conventuales. Tras cursar estudios en Roma fue ordenado sacerdote, dedicándose al apostolado en medios periodísticos.
En 1930 llegó a Nagasaki donde pasó seis años dedicados a la enseñanza de la filosofía y de la teología en el seminario de Nagasaki. En 1936 volvió a Polonia, a Niepokalanow, una especie de ciudad convento que él había fundado en 1927, donde llegaron a reunirse casi un millar de religiosos dedicados a las más variadas actividades. Kolbe se centró en el periodismo: su revista El Caballero de la Inmaculada tiró 750.000 ejemplares y el Pequeño diario, 150.000. Los alemanes del III Reich lo encarcelaron en 1941 y lo envenenaron con ácido muriático, tras dos semanas en las que no comió ni bebió nada. Al día siguiente, el 15 de agosto de 1941, incineraron su cuerpo en el horno crematorio.