Dos niños, secuestrados 40 horas por su padre

Un inspector del Cuerpo Superior de Policía de Vigo logró rescatar a dos hermanos de 7 y 5 años de edad que permanecían secuestrados por su padre, en el piso de su propiedad, desde hacia cuarenta horas. El cabeza de familia se encerró con sus hijos a la una de la madrugada del jueves y amenazó con matarlos si la policía irrumpía en la vivienda. El secuestrador, que a última hora de la tarde de ayer continuaba encerrado en la vivienda, está en posesión de una escopeta de caza con la que lanzó un disparo de intimidación a la policía cuando ésta intentó penetrar en el piso.

El suceso comen...

Un inspector del Cuerpo Superior de Policía de Vigo logró rescatar a dos hermanos de 7 y 5 años de edad que permanecían secuestrados por su padre, en el piso de su propiedad, desde hacia cuarenta horas. El cabeza de familia se encerró con sus hijos a la una de la madrugada del jueves y amenazó con matarlos si la policía irrumpía en la vivienda. El secuestrador, que a última hora de la tarde de ayer continuaba encerrado en la vivienda, está en posesión de una escopeta de caza con la que lanzó un disparo de intimidación a la policía cuando ésta intentó penetrar en el piso.

El suceso comenzó a la una de la madrugada del pasado jueves. José Vidan Vázquez, de 40 años de edad, discutió con su mujer, a la que echó de casa. El matrimonio ocupaba un apartamento en el séptimo piso de la calle Nigrán, en el polígono de Coya, una de las colonias de viviendas más pobladas del extrarradio vigués.Según los vecinos, aquella noche se oyeron voces y un gran portazo en el domicilio de José Vidán. La esposa llamó asustada al 091 e informó a la policía del caso, detallando que su marido estaba armado y temía por la seguridad de los niños, que habían quedado retenidos en la vivienda. Cuando a los pocos minutos se presentaron los agentes, José Vidán los recibió desde el otro lado de la puerta con un disparo de escopeta.

Al parecer, el padre amenazó con disparara su hijos si la policía trataba de entrar en la vivienda. Desde este momento los agentes policiales montaron un dispositivo de vigilancia en el edificio y alrededores. Este servicio duró cuarenta horas, desde la madruga del jueves hasta la tarde del viernes.

Durante este tiempo, el hijo mayor, de siete años de edad, salió varias veces a la calle en busca de bocadillos, vino y cigarrillos, pero no pudo ser convencido por los policías de que no volviera a su casa, ya que, según les dijo, temía por los daños que pudiera sufrir su hermanita, de cinco años, pues el padre estaba muy excitado.

A las 17.00 horas del viernes los hermanos pudieron ser rescatado por un inspector de policía que forzó la cadena de la puerta del piso. El secuestrador persiguió al agente por las escaleras del edificio en un afán desesperado por recuperar a su hijos, pero no lo consiguió.

Otras fuentes indican que fue una vecina quien consiguió liberar a los pequeños después de entrar en la vivienda con la excusa de llevarles algo de comida.

La presencia de la policía disminuyó a partir de ese momento, pero a última hora de ayer José Vidán continuaba encerrdo en su domicilio. El vecindario discrepa sobre la conducta de este hombre. Para unos se trata de una persona normal, mientras otros indican que bebía bastante y que su matrimonio no funcionaba bien.