Cartas al director

La cocaína y las bombonas de buceo

Pido permiso para interrumpir la sana lectura de este periódico con dos rectificaciones que no van a hacer temblar ningún estamento ni a causar riadas de indignaciones.Es referente a la noticia aparecida en EL PAIS de no sé qué fecha, donde, al relatar escondrijos por donde entra la cocaína en Barajas, aluden ustedes a las bombonas de oxígeno de los buceadores; y es aquí donde vienen dichas rectificaciones, puesto que las botellas (que no bombonas) no llevan oxígeno (exceptuando las de circuito cerrado utilizadas militarmente), sino aire. Y esto, que puede parecer trivial, cobra importancia, p...

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Pido permiso para interrumpir la sana lectura de este periódico con dos rectificaciones que no van a hacer temblar ningún estamento ni a causar riadas de indignaciones.Es referente a la noticia aparecida en EL PAIS de no sé qué fecha, donde, al relatar escondrijos por donde entra la cocaína en Barajas, aluden ustedes a las bombonas de oxígeno de los buceadores; y es aquí donde vienen dichas rectificaciones, puesto que las botellas (que no bombonas) no llevan oxígeno (exceptuando las de circuito cerrado utilizadas militarmente), sino aire. Y esto, que puede parecer trivial, cobra importancia, puesto que el oxígeno a partir de los siete metros de profundidad (aproximadamente dependiendo del organismo del individuo), es decir, respirado a una presión superior a 1,7 atmósferas, se convierte en veneno con respecto al sistema nervioso. por el efecto de Paul Bert, y aun sin pasar de la cota de los siete metros, el oxígeno produce lesiones pulmonares de tipo inflamatorio (efecto de la ley de Lorrain-Smith). Los síntomas del envenenamiento en previsión de accidente por esta causa son: angustia, vértigos, náuseas, contracciones de los labios, finalizando con crisis epiléptica y pérdida, del conocimiento, que debajo del agua...

- Y bueno, ya que estoy aquí, denunciar alguna cosilla: que sólo haya cinco cámaras de descompresión en toda España, que no exista ni una sola cátedra, de medicina hiperbárica (y eso que contamos con especialistas de categoría mundial) y que con todos los kilómetros de costa que tenemos, el submarinismo o inmersión con escafandra autónoma (o autorrespirador) sea algo anecdótico.

Dedicado a Manuel Cavero, sin segundas intenciones (me suspendió el examen teórico con toda la razón). /

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