Sanción de diez días contra un general portugués
El general de brigada Carlos Azeredo ha sido castigado con diez días de prisión militar por el jefe de Estado Mayor del Ejército portugués, general García dos Santos. Azeredo es el primer oficial portugués objeto de una sanción disciplinaria desde que el ministro de la Guerra del Gobierno de Marcelo Caetano castigara a los generales Antonio Spínola y Francisco da Costa Gomes, a raíz de la publicación, por el primero, de su libro Portugal y su futuro, considerado como un antecedente del golpe militar del 25 de abril de 1974, que derrumbó la dictadura.
Promovido al grado de gen...
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El general de brigada Carlos Azeredo ha sido castigado con diez días de prisión militar por el jefe de Estado Mayor del Ejército portugués, general García dos Santos. Azeredo es el primer oficial portugués objeto de una sanción disciplinaria desde que el ministro de la Guerra del Gobierno de Marcelo Caetano castigara a los generales Antonio Spínola y Francisco da Costa Gomes, a raíz de la publicación, por el primero, de su libro Portugal y su futuro, considerado como un antecedente del golpe militar del 25 de abril de 1974, que derrumbó la dictadura.
Promovido al grado de general el año pasado por el Consejo de la Revolución, Carlos Azeredo es considerado como una de las cabezas calientes de la derecha militar portuguesa y su actitud había merecido especial atención en la Prensa. Fue consejero para asuntos militares del fallecido primer ministro Francisco Sa Carneiro y, posteriormente, fue nombrado por el actual jefe del Estado Mayor del Ejército segundo comandante de la Región Militar del Norte, en Oporto, cargo del que ha sido destituido.
Ofensas a un superior
Hace unos meses, la Prensa de derecha anunciaba, con comentarios indignados, que el general Azeredo había sido exonerado del cargo, destituido de todo mando, y que el general García dos Santos había abierto contra él un proceso disciplinario.Es en consecuencia de este proceso que Carlos Azeredo cumple su castigo en la Academia Militar de Lisboa, bajo la acusación de "ofensas al jefe del Estado Mayor".
Las autoridades militares no han divulgado el motivo de la sanción, pero la Prensa relaciona el caso con la publicación de una carta dirigida, al general García dos Santos, en la que acusaba al jefe del Ejército del impago de una deuda contraída con la banca estatal por una empresa de la que era accionista bastante antes de 1974.