Encierro de jugadores en el Ayuntamiento de Almería

A primeras horas de la noche del miércoles, nada más abandonar el barco que les traía de Melilla, los jugadores y directivos de la Unión Deportiva Almería iniciaron un encierro de cinco horas en el salón de plenos del Ayuntamiento para protestar contra la intransigencia del secretario general de la Real Federación Española de Fútbol, Agustín Domínguez, quien, aparte de no aceptar ningún minuto más de demora en el pago de la deuda, todavía vino a empeorar más las cosas diciendo que los débitos del club alcanzan los 62 millones (70, menos los 8 que le corresponden al club por beneficio de TV y q...

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A primeras horas de la noche del miércoles, nada más abandonar el barco que les traía de Melilla, los jugadores y directivos de la Unión Deportiva Almería iniciaron un encierro de cinco horas en el salón de plenos del Ayuntamiento para protestar contra la intransigencia del secretario general de la Real Federación Española de Fútbol, Agustín Domínguez, quien, aparte de no aceptar ningún minuto más de demora en el pago de la deuda, todavía vino a empeorar más las cosas diciendo que los débitos del club alcanzan los 62 millones (70, menos los 8 que le corresponden al club por beneficio de TV y que están en poder de Ia Federación). La noticia del descenso no por esperada ha sido menos dolorosa sobre todo en los medios populares que han visto a su equipo cambiar de nombre tres veces en muy poco tiempo, como ocurriera con el Atlético Almería, Club Deportivo Almería y ahora Unión Deportiva. La crítica especializada no solo culpan a los medios federativos, sino también a la apatía de la aficionados almerienses, que no han sabido responder a la llamada que en su día hiciera el club con la campaña in extremis de los 5.000 socios.El encierro de la noche del miércoles tenía como objetivo, según declaró un portavoz del club, llamar la atención de las autoridades para darle una salida laboral a los jugadores profesionales, ya que la nueva normativa de fichajes restringe de tal manera el plazo, que es prácticamente imposible fichar para la nueva temporada. Los jugadores que en la temporada anterior no denunciaron el impaga de sus contratos, precisamente para que el club no desapareciera, tendrán que quedarse sin cobrar.

El presidente del club, Antonio Gómez Pomares, ha declarado a este periódico que "ahora ya no queda otra cosa que dimitir en bloque y entregar las llaves al club a la Federación", ya que para él "queda sin explicar como puede ser autónoma una federación cuando existe un Consejo Superior de Deportes y un Ministerio de Cultura". Gómez Pomares ha reconocido que "entre las cuentas del club existe un vacío contable de 58 millones de pesetas, de los cuales ninguna directiva ha querido dar explicaciones".

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