Landelino Lavilla intentará un improbable acuerdo con Suárez antes de proceder a la reorganización de UCD

El presidente de Unión de Centro Democrático (UCD), Landelino Lavilla, se enfrenta esta semana a dos retos de singular dificultad: por una parte, buscar una última posibilidad de entendimiento con Adolfo Suárez, que ya está en Madrid, de regreso de su viaje a Venezuela, e Intentar un pacto de legislatura, por encima del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de modo que sea posible retrasar la convocatoria de elecciones anticipadas. Según una fuente muy próxima a Lavilla, éste, a la vista de la compleja salida que tiene la crisis del partido en el Gobierno, necesita disponer de unos cuant...

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El presidente de Unión de Centro Democrático (UCD), Landelino Lavilla, se enfrenta esta semana a dos retos de singular dificultad: por una parte, buscar una última posibilidad de entendimiento con Adolfo Suárez, que ya está en Madrid, de regreso de su viaje a Venezuela, e Intentar un pacto de legislatura, por encima del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de modo que sea posible retrasar la convocatoria de elecciones anticipadas. Según una fuente muy próxima a Lavilla, éste, a la vista de la compleja salida que tiene la crisis del partido en el Gobierno, necesita disponer de unos cuantos meses para cambiar la imagen centrista y devolverle la credibilidad necesaria para concurrir a las próximas elecciones.

Landelino Lavilla está trabajando en la reorganización del partido y el consiguiente cambio del Gobierno sobre la hipótesis de que Adolfo Suárez se va de UCD. Sin embargo el nuevo presidente centrista ha estado esperando al regreso de Adolfo Suárez de Venezuela que se produjo en la mañana de ayer, para intentar todavía una fórmula de acuerdo, que no parece probable. Adolfo Suárez no efectuó declaraciones a su llegada al aeropuerto de Barajas, pero sí las hizo en reuniones reservadas en Venezuela en donde anunció como muy próxima su salida de UCD. Los suaristas, por otra par te, están pidiendo como única vía de arreglo, la celebración de un congreso extraordinario del parti do, proyecto incompatible con la política de arreglos entre notables, con que se pretende cerrar la crisis del partido.No consta que este esperado encuentro entre Lavilla y Suárez se haya producido ayer, en las horas que permaneció en Madrid el segundo, a la espera de que un avión le trasladara a Granada, donde se encuentra hospitalizado su hijo Javier, tras el grave accidente de carretera sufrido la semana pasada. Pero fuentes centristas confian en que este encuentro se produzca, aunque sólo sea para que el to davía presidente honorario de UCD anuncie al nuevo presidente Landelino Lavilla, su decisión de abandonar UCD, antes de que Suárez haga públicos sus proyectos políticos.

Esto explicaría el silencio de Adolfo Suárez a su regreso de Venezuela, si bien Rodríguez Saha gún afirma que si no hubo confe rencia de prensa, es porque nunca existió un compromiso en tal sentido, en contra de lo publicado días pasados. "Fue un malentendido; Suárez prometió que hablaría cuando regresara, y lo hará, pero no necesariamente hoy o mañana".

Suárez habla en Venezuela

La impresión recogida por este periódico de una fuente muy próxima al ex presidente apunta hacia que "todo está preparado para el nuevo partido, incluidas las personas, la financiación y los estatutos". A esto hay que añadir las manifestaciones de Adolfo Suárez a los dirigentes de la COPEI venezolana, formación política de inspiración democristiana, con los que estuvo almorzando hace dos días en un restaurante de la capital venezolana.El ex presidente del Gobierno les comunicó a sus interlocutores democristianos su firme propósito de abandonar UCD y presentar su propia oferta electoral. Dichos in terlocutores transmitieron de inmediato el contenido de la conversación a los líderes democristianos españoles, y uno de ellos comentó a EL PAIS: "Esto refuerza la hipó tesis sobre la que está trabajando Landelino Lavilla: la ausencia de Adolfo Suárez de UCD".

Al no poder contar con Suárez, Lavilla parece muy interesado en evitar transmitir una imagen derechizada del partido. Según fuentes socialdemócratas, "Landelino La villa, en su intención de mantener un contrapeso a la aureola derechista de democristianos y liberales, no ha dudado estos días en pedirle al vicepresidente económico, Juan Antonio García Diez, que no abandone el partido, y a otros socialdemócratas les ha hablado ya de posibles carteras ministeriales".

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Los socialdemócratas de UCD, convertidos ahora en el único con trapeso con que cuenta el nuevo presidente centrista para que, se gún ellos, "tenga visos de credibilidad la no derechización de UCD tras la salida de Suárez", no parecen convencidos, sin embargo, de continuar en la primera línea del partido centrista. En este sentido, el democristiano Fernando Alvarez de Miranda declaró: "Es un secreto a voces que los socialdemócratas bien situados en el Gobierno y en la Administración discrepan totalmente de los planteamientos económicos del actual titular de Industria, Ignacio Bayón, y la situación está tan deteriorada que Landelino Lavilla deberá solucionarla en uno u otro sentido".

Fuentes de la calle de Arlabán, sede central de UCD, aseguraron ayer que Ignacio Bayón es precisamente uno de los aspirantes a ocupar la vicepresidencia económica en el supuesto de que García Díez se vaya a su casa, como ha comentado en privado durante los últimos días. El grupo de centristas autodenominados independientes, entre los que se incluyen el propio Bayón y José Luis Alvarez (ministro de Agricultura), los democristianos y los liberales, es, según diversas versiones recogidas por este periódico, quien está presionando en estos momentos con mayor intensidad sobre Lavilla para ocupar parcelas de poder y el mayor número posible de carteras ministeriales.

A las ya citadas aspiraciones de Bayón se suman las de los liberales, muy interesados en incluir a Antonio Garrigues, operación esta que parece confirmarse con el transcurso de los días, y no menos propicios a restarles poder a los azules. Los democristianos no ven con malos ojos la entrada de Garrigues e insisten en el desplazamiento de los azules.

No obstante, el tema central de las preocupaciones de Lavilla sigue siendo cómo alargar la legislatura, el cual ha convocado ya a la Mesa del Congreso para el próximo día 26. Lavilla, al igual que el vicepresidente primero del Congreso, Emilio Attard, considera que tienen que ganar tiempo, al menos hasta mediados de diciembre, pactando unas leyes mínimas y no conflictivas para cuando vuelva a abrirse el palacio de la carrera de San Jerónimo. Según los cálculos de Attard, "quedan unos cuantos estatutos de autonomía que el Senado nos ha devuelto y otros tres que no han sido vistos en Pleno (el de Baleares, Castilla-León y Extremadura), que podrían mantener ocupada a la Cámara hasta finales de septiembre. Prorrogando los Presupuestos Generales del Estado y debatiendo temas de índole menor podríamos llegar hasta diciembre. Lo que en ningún caso podríamos salvar sería una moción contra Robles Piquer. Eso u otra moción similar, incluida la de censura a Calvo Sotelo, haría caer al Gobierno, porque no salen los votos", concluyó el diputado valenciario.

En cualquier caso, Manuel Fraga desea prolongar la legislatura.

La ejecutiva de AP analizará esta tarde el tema al igual que los comunistas, la Minoría Catalana y los propios suaristas. Tan sólo el PSOE es firme partidario de anticipar las elecciones. El tema central de la cuestión radica ahora en el precio que pondrá Fraga para sostener al Gobierno y que Landelino Lavilla tendrá que estudiar muy detenidamente si quiere evitar la derechización de UCD, y en la capacidad del nuevo presidente centrista para arreglar los múltiples problemas de UCD. "Si Landelino Lavilla no puede resolver la crisis del partido", señaló Alvarez de Miranda, "y le devuelve el de sastre a Calvo Sotelo, la sombra del Gobierno de gestión estará más próxima, y eso es algo que debe evitarse a toda costa.

Por lo que se refiere a la secretaría general sigue sonando con insistencia el nombre de Juan Antonio Ortega, democristiano, que goza de la máxima confianza de Lavilla y partidario de la no derechización del partido. Esta semana será decisiva para la reorganización del aparato centrista.

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