La responsabilidad del presidente Calvo Sotelo

( ... ) De la fecha y las condiciones en que se celebren los comicios va a depender que la elección próxima sirva para reordenar el inestable proceso en curso, o para asumir todavía más a la sociedad española en las contradicciones, las ambigüedades, la confusión y, en definitiva, el miedo. El señor Calvo Sotelo tiene hoy en su mano la posibilidad de lograr, con unas elecciones bien planteadas, el arraigo de la democracia española. Esta es la extraordinaria responsabilidad personal del Presidente.La reacción libre, espontánea, de la opinión social parece haber dividido ya el campo de los elect...

( ... ) De la fecha y las condiciones en que se celebren los comicios va a depender que la elección próxima sirva para reordenar el inestable proceso en curso, o para asumir todavía más a la sociedad española en las contradicciones, las ambigüedades, la confusión y, en definitiva, el miedo. El señor Calvo Sotelo tiene hoy en su mano la posibilidad de lograr, con unas elecciones bien planteadas, el arraigo de la democracia española. Esta es la extraordinaria responsabilidad personal del Presidente.La reacción libre, espontánea, de la opinión social parece haber dividido ya el campo de los electores en dos zonas: la que ocupa la izquierda, congregada de modo casi unitario en torno ¡al PSOE, y la que habrá de llenar el sector no socialista. ( ... ).

Este es el marco en que se camina hacia las próximas elecciones. Con una notable desventaja para el frente político de los partidos de centro y de derecha: si su presentación en las elecciones se produce en competencia, enfrentados entre sí, resultará que por la regla de acumulación de restos de votos, establecida en la vigente norma electoral, no pocos de los sufragios que logren esos partidos irán a engrosar la suma de los conseguidos por los socialistas. Y si ése fuera el caso, resultaría incrementado el triunfo del PSOE.

Conviene por todo ello a la estrategia de estos partidos, tanto como perjudica al Partido Socialista, que no se adelante la convocatoria de las urnas y que las elecciones esperen el cumplimiento de la actual legislatura. Durante este tiempo, más dilatado, los partidos que representan la opción no socialista podrán lograr varias cosas decisivas, tanto para sus directos intereses como para el deseable y necesario equilibrio democrático. Podrán estudiar con serenidad y legítimo pragmatismo la acción conjunta o conjuntada que estimen conveniente. Podrán también actuar en pro de la movilización del gran contingente de votos obtenidos hasta ahora y podrá realizarse la recomposición de UCD, que es pieza clave para estas otras operaciones políticas.

Es necesario, por todo lo dicho, que se agote la legislatura para que al convocarse las elecciones generales a Cortes estén, aparte de decantados y nítidos los programas ofrecidos a los votantes, dispuesta la situación conforme los términos que son comunes en las democracias estables; es decir, con una oferta del socialismo y una oferta no socialista, en la que se articulan liberales, centristas, democristianos y conservadores. La geometría política de la democracia española no puede seguir desde los supuestos que se pensaron, quizá necesariamente, de arriba abajo, sino que, para expresar la necesaria estabilidad, debe conformarse inversamente, democráticamente, de abajo hacia arriba. Reflejando las condiciones reales de la sociedad española.

11 de julio