Declarado psicótico depresivo el empresario que mató a un trabajador

Magín Pares, el pequeño empresario de Sant Feliu de Llobregat que mató a martillazos a uno de sus trabajadores cuando le reclamaba una indemnización, es un psicótico depresivo, según ha sentenciado la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Barcelona. En consecuencia, Magín Pares cambiará los trece años de prisión que había solicitado el fiscal, al acusarle de un delito de homicidio, por el internamiento en un centro psiquiátrico hasta que un médico certifique sobre su salud mental. Los peritos psiquiátricos que testificaron en el juicio declararon que Magín Pares se hallaba en tratamient...

Magín Pares, el pequeño empresario de Sant Feliu de Llobregat que mató a martillazos a uno de sus trabajadores cuando le reclamaba una indemnización, es un psicótico depresivo, según ha sentenciado la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Barcelona. En consecuencia, Magín Pares cambiará los trece años de prisión que había solicitado el fiscal, al acusarle de un delito de homicidio, por el internamiento en un centro psiquiátrico hasta que un médico certifique sobre su salud mental. Los peritos psiquiátricos que testificaron en el juicio declararon que Magín Pares se hallaba en tratamiento mucho antes de que asesinara al trabajador José Mangado y que entre sus parientes más próximos existen otros siete casos de psicosis depresivas graves.La muerte de José Mangado ocurrió el 22 de julio de 1981, cuando se presentó en el pequeño taller de fabricación de repuestos de automóviles que Magín Pares poseía en Sant Feliu y reclamó la indemnización de 975.000 pesetas que, según sentencia de Magistratura, le adeudaba el citado empresario por despido improcedente.

El taller de Pares pasaba por dificultades económicas por lo que habían pactado el pago de la indemnización, a razón de cien mil pesetas mensuales. Pares y Mangado se reunieron en el taller del primero y en la discusión, Mangado, según la declaración de Pares, se refirió ofensivamente a la esposa e hijas de éste.

El empresario cogió un martillo y golpeó repetidamente en la cabeza a Mangado, quien falleció hora y media después, mientras el autor de los hechos se entregaba voluntariamente en la comisaría de Sant Feliu.