Expediente de regulación de jornada en la antigua Segarra

Industrias Mediterráneas de la Piel, SA (Impielsa), antigua empresa de calzados Segarra, presentó el pasado viernes, en la delegación del Ministerio de Trabajo de Castellón, un expediente de regulación de jornada, que afectará a la mitad de una plantilla de 2.168 empleados. La empresa de Vall d'Uxó, hoy propiedad del Patrimonio del Estado, aprobó en junio del año pasado un plan de viabilidad que en este momento, según la dirección de la empresa, ha fallado por la caída de la cartera de pedidos.

A partir del lunes, día 5, 178 trabajadores fijos pasarán al seguro del desempleo, 780 re...

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Industrias Mediterráneas de la Piel, SA (Impielsa), antigua empresa de calzados Segarra, presentó el pasado viernes, en la delegación del Ministerio de Trabajo de Castellón, un expediente de regulación de jornada, que afectará a la mitad de una plantilla de 2.168 empleados. La empresa de Vall d'Uxó, hoy propiedad del Patrimonio del Estado, aprobó en junio del año pasado un plan de viabilidad que en este momento, según la dirección de la empresa, ha fallado por la caída de la cartera de pedidos.

A partir del lunes, día 5, 178 trabajadores fijos pasarán al seguro del desempleo, 780 realizarán trabajos en media jornada y 424 trabajarán tan sólo los dos tercios de la jornada. Muchos de los afectados estaban realizando trabajos directos de producción en las factorías de la sociedad.

El Patrimonio del Estado adquirió Segarra en 1978, después de que la que fuera primera industria nacional del calzado realizase, en septiembre de 1976, suspensión de pagos. En la sociedad nueva, Impielsa, el Patrimonio del Estado posee el 90% del capital, habiendo invertido el resto entidades financieras y de crédito valencianas. Con todo, el resurgimiento de la industria no se patentiza.

Plan de viabilidad

Ante una situación dramática en la primavera de 1981, la dirección de Impielsa presentó un plan de viabilidad, en el que se congelaban salarios, se prometía mantener todos los puestos de trabajo, con lo que la administración invertiría 3.000 millones de pesetas. En una primera votación, los trabajadores, en mayor de 1981, rechazaron el plan y, frente a nuevos planteamientos, lo aprobaron con el apoyo de CC OO y USO y la oposición de UGT.La administración, en abril, aportó mil millones de pesetas, que completaban los 3.000 millones con que se había comprometido. Con todo, la situación de la empresa sigue en crisis, según la dirección por la falta de pedidos de zapatos, piel y goma.

Por su parte, UGT critica duramente la gestión de la dirección de Impielsa. "Según nuestros datos", afirmaba Antonio Martí, "las ventas han descendido por una mala política comercial de la dirección, que o no sabe o no quiere, dados los compromisos que la administración tiene con el sector privado del calzado, desarrollar la cartera de pedidos".

Dificultades en el mercado

CC OO y USO, que están en el comité de vigilancia del plan, reconocen las dificultades del mercado como principal causa del descenso de las ventas. Juan Sánchez, de CC OO matizaba: "Pero si durante seis meses no se relanza la actividad, tomaremos otras medidas". UGT ha propuesto públicamente, "dado el fracaso del plan de viabilidad, que se debe renegociar y reconducir la situación, si no queremos que Impielsa se cierre".

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