El rey Juan Carlos compartió rancho y petate con la Brigada Jarama

El Rey Juan Carlos compartió durante las últimas veinticuatro horas de la operación Clavijo 82, rancho y petate incluidos, la vida de la brigada de caballería Jarama. Esta unidad concluyó ayer unas maniobras en el polígono de San Gregorio (Zaragoza), que se han prolongado por espacio de doce días.

Don Juan Carlos quiso participar en igualdad de condiciones y vivaquear con los más de 4.000 hombres participantes en el ejercicio. El viernes, tras ser recibido por las autoridades militares, el Rey acudió al campamento del regimiento acorazado de caballería Pavía número 4 y luego compartió l...

El Rey Juan Carlos compartió durante las últimas veinticuatro horas de la operación Clavijo 82, rancho y petate incluidos, la vida de la brigada de caballería Jarama. Esta unidad concluyó ayer unas maniobras en el polígono de San Gregorio (Zaragoza), que se han prolongado por espacio de doce días.

Don Juan Carlos quiso participar en igualdad de condiciones y vivaquear con los más de 4.000 hombres participantes en el ejercicio. El viernes, tras ser recibido por las autoridades militares, el Rey acudió al campamento del regimiento acorazado de caballería Pavía número 4 y luego compartió la mesa -sopa de ajo y merluza romana- con los jefes de cuerpo de la brigada, a quienes se añadieron los cinco comandantes de su promoción, la 14 de la Academia General, participantes en las maniobras: Duarte, Benavides, Vega Palencia, San José y Vázquez Jimeno, con quienes siguió por televisión el encuentro España-Irlanda del campeonato mundial de fútbol.A las siete de la mañana se dió el toque de diana y sobre las ocho acudieron, procedentes de sus alojamientos en la ciudad de Zaragoza, el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, Alvaro Lacalle; el jefe del Estado Mayor del Ejército, Ramón Ascanio y los capitanes generales de la V y VII Regiones Militares, Luis Caruana y Fernando Soteras, con sus ayudantes.

A las 8.15 se izó bandera en el campamento, del cuartel general bajo la presidencia del Rey, a quien acompañaba el ministro de Defensa, Alberto Oliart, provisto de un bastón y un "kepis", los mandos antes citados, el jefe de la brigada de caballería Jarama, general Márquez, y el director de la Academia de Zaragoza, general Sánchez Bilbao.

Inmediatamente el Rey pasó revista a las unidades alineadas en una formación de más de dos kilómetros y medio y al concluir la misma subió hasta Cerro Moisés para presenciar desde allí su dislocación y, luego, desde un arendario situado al pie del cerro, presidir el desfile del regimiento acorazado de caballería Almansa número 5 . El general de la brigada condujo después al Rey hasta el grupo logístico acampado en el mismo polígono, al que su Majestad giró una detenida visita.

Acto seguido, en una tienda de campaña tuvo lugar la exposición del tema Clavijo 82 con tres intervenciones: la del capitán general de la VII Región, la de su jefe de Estado Mayor general Rafael Valdés y la del jefe de la brigada Jarama, que definieron la situación, describieron la idea de la maniobra y perfilaron los objetivos de la operación.

Luego, desde el, puesto de mando instalado en un observatorio, el Rey presenció una incidencia, la última, del tema propuesto, y comentó el desarrollo del mismo con sus acompañantes. En un momento del mismo se subió a uno de los carros de combate y acudió al campo de maniobras para ensayar el tiro, regresando después de nuevo al observatorio.

Don Juan Carlos recordó sus tiempos de cadete en la Academia que le hicieron familiarizarse con el polígono de maniobras de San Gregorio, una enorme extensión de 28 por 20 kilómetros, más de 5.000 hectáreas de terreno desolado. El Rey quiso saber algunos detalles sobre el apoyo aéreo que los aviones Phantom F-4 habían de prestar.

Concluido el ejercicio, el Rey almorzó con los jefes de cuerpo y otros oficiales que brindaron después en su honor. Posó para los fotógrafos junto con los participantes en las maniobras y tras despedirse de las autoridades regresó a Madrid en helicóptero.