Las elecciones andaluzas, vistas desde el País Vasco

( ... ) Los resultados de las elecciones autonómicas en Andalucía son, desde la madrugada del lunes, un filón de reflexiones políticas y, a medio plazo, posiblemente, un detonante en el partido del Gobierno central.Antes de hacer ningún análisis, y sin caer en el tópico, hay que felicitar al pueblo andaluz por su lección de madurez cívica. Con su gran participación, Andalucía ha demostrado un alto nivel de concienciación política, y esta es una buena noticia no sólo para esa comunidad, sino para todos los que nos sentimos solidarios con ella.

Cuando se repasan los resultados de estas el...

( ... ) Los resultados de las elecciones autonómicas en Andalucía son, desde la madrugada del lunes, un filón de reflexiones políticas y, a medio plazo, posiblemente, un detonante en el partido del Gobierno central.Antes de hacer ningún análisis, y sin caer en el tópico, hay que felicitar al pueblo andaluz por su lección de madurez cívica. Con su gran participación, Andalucía ha demostrado un alto nivel de concienciación política, y esta es una buena noticia no sólo para esa comunidad, sino para todos los que nos sentimos solidarios con ella.

Cuando se repasan los resultados de estas elecciones hay que afirmar que está fuera de toda duda la legitimidad y rotundidad de la victoria del PSOE. En ella ha influido la estrategia de una oferta socialista moderada, ocupando el espacio político al centrismo de corte progresista. También la idea del voto útil ha restado votos, por razones diferentes, a los andalucistas de Rojas Marcos y a los comunistas de Carrillo.

Pese a las protestas de Calvo Sotelo, la derechización de UCD es un hecho y la dramática realidad socioeconómica de Andalucía parece que no se solventa con las cataplasmas conservadoras del actual centrismo. Pero la paradoja es mayor cuando se advierte que el progresivo escoramiento derechista del centrismo tampoco le ha servido para evitar el deslizamiento de muchos de sus votantes hacia Alianza Popular. Después de sus derrotas en Euskadi, Cataluña, Galicia y ahora Andalucía, el centrismo entra en una nueva y profunda crisis de identidad y de estrategia que, según cómo se resuelva, puede condicionar toda la política española.

Dentro de UCD ya hay quienes recuerdan la operación de defenestrar a Suárez, en la que, además de otros poderes fácticos -dicen-, intervino hábilmente el PSOE. El centrismo se quedó sin un líder discutido, pero carismático en amplias zonas populares. Para suplirle se eligió la figura seria, pero fría y distante, de Calvo Sotelo. Ahora, pese a los esfuerzos de Soledad Becerril y García Añoveros en la campaña andaluza, UCD ha sufrido un nuevo KO. La sustitución de Suárez ha sido beneficiosa para el PSOE.

24 de mayo