El bufete J. y A. Garrigues

En la sección Cartas al director del pasado domingo, 9 de mayo, se publica un alegato que suscribe Rafael Sánchez Durán, en su pretendida calidad de secretario general de la CNT (Congreso de Valencia) de Andalucía.En modo alguno pretendo entrar en la polémica que plantea. Pero sí efectuar algunas rectificaciones a aquellos extremos de su carta que aluden al despacho de abogados J. y A. Garrigues, en mi condición de socio del mismo, encargado de la dirección de dicho asunto profesional.

1. Nuestro despacho no representa a multinacionales, sino que asesora jurídicamente a los clien...

En la sección Cartas al director del pasado domingo, 9 de mayo, se publica un alegato que suscribe Rafael Sánchez Durán, en su pretendida calidad de secretario general de la CNT (Congreso de Valencia) de Andalucía.En modo alguno pretendo entrar en la polémica que plantea. Pero sí efectuar algunas rectificaciones a aquellos extremos de su carta que aluden al despacho de abogados J. y A. Garrigues, en mi condición de socio del mismo, encargado de la dirección de dicho asunto profesional.

1. Nuestro despacho no representa a multinacionales, sino que asesora jurídicamente a los clientes que nos honran con su confianza, ya se trate de empresas, como de particulares, españoles o extranjeros, mononacionales o multinacionales. Tampoco representa a laTrilateral ni a ninguna clase social supuestamente en lucha permanente con CNT. Buena prueba de ello es que la propia CNT nos ha encomendado la reivindicación de su patrimonio histórico.

2. En el conflicto laboral al parecer planteado en Sevilla entre una trabajadora y la empresa Continente, nuestro despacho no ha tenido participación alguna. Los señores Bores y Coradini, que según la información que motiva esta carta intervienen en el asunto, no colaboran ni tienen o han tenido la menor vinculación con nuestro despacho. Tampoco la empresa Continente es o ha sido cliente nuestro, aun cuando, naturalmente, no vemos nada deshonroso en asumir su defensa. Antes al contrarió, esa multinacional, como cualquier otra, tiene pleno derecho a defender. sus pretensiones y a elegir libremente a sus abogados, que merecen, por lo demás, toda nuestra consideración y amistad./ de J. y A. Garrigues.