Los dos espías sovieticos abandonaron España

Los dos funcionarios de la oficina en Madrid de Aeroflot, "invitados a abandonar España" acusados de actividades de espionaje, viajaron ayer hacia Zurich en un vuelo regular de la compañía Swissair, que salió de Barajas a las 8.30 horas. F.V Nikofaylevich, director de la delegación de Aeroflot en la capital de España, y V. L. Tirtishnikov, ingeniero asignado en la misma oficina de la compañia aérea rusa, fueron "invitados a abandonar España" el martes por las autoridades españolas, que les dieron de plazo hasta el próximo domingo para salir del territorio español.

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Los dos funcionarios de la oficina en Madrid de Aeroflot, "invitados a abandonar España" acusados de actividades de espionaje, viajaron ayer hacia Zurich en un vuelo regular de la compañía Swissair, que salió de Barajas a las 8.30 horas. F.V Nikofaylevich, director de la delegación de Aeroflot en la capital de España, y V. L. Tirtishnikov, ingeniero asignado en la misma oficina de la compañia aérea rusa, fueron "invitados a abandonar España" el martes por las autoridades españolas, que les dieron de plazo hasta el próximo domingo para salir del territorio español.

Los dos ciudadanos soviéticos acusados de espionaje acudieron al aeropuerto de Barajas acompañados por varios funcionarios de su embajada que tenían pases para poder entrar en la zona reservada de aduana. Ante la presencia de dos redactores de EL PAIS, el grupo de soviéticos se negó a contestar a ninguna de las preguntas que se les formularon, tanto en español como en francés y en inglés. Rotundos niet (no en ruso) fueron las únicas expresiones de respuesta, haciendo inútiles los intentos por identificar a los dos espías que abandonaban España.En el mismo vuelo de Swissair, el 657, con destino a Zurich, viajaron otros dos ciudadanos rusos, asignados a la embajada de la URSS en Madrid.

Hacia las siete horas llegaron al mostrador de Swissair en Barajas tres soviéticos, quienes facturaron seis maletas color marrón, con grandes tarjetones en los que se leía VIP Aeroflot, además de otros diez o doce bultos, en embalajes de cartón o bolsas de plástico.

Poco después llegó otro grupo, compuesto de ocho o nueve soviéticos, que saludaron a los anteriores, aunque nunca llegaron a estar todos juntos. Estaban advertidos de la presencia de los reporteros de EL PAIS y procuraron estar siempre de espaldas a la cámara fotográfica. Ante lo infructuoso de nuestra caza fotográfica de espías, intentamos llegar hasta la entrada de la sala de embarque, donde los pasajeros entregan sus tarjetas. El subcomisario jefe del aeropuerto, máxima autoridad policial disponible en esos momentos, nos indicó que, por la salida de los soviéticos, tenía consignas especiales para que nadie que no fuera viajero pasase a la aduana.

A partir de las ocho, y hasta las 8.30 de la mañana, todos los rusos se dedican a entrar y salir de la aduana por las distintas puertas. Y nos resulta imposible comprobar quiénes se han que dador en Madrid y quiénes han viajado a Zurich.

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Once expulsados

Con los dos presuntos espías que abandonaron ayer España, son ya diez el número de soviéticos expulsados de nuestro país acusados de actividades de espionaje desde que Madrid y Moscú reanudaron sus relaciones diplomáticas en febrero de 1977. La relación de tales expulsados es la siguiente:

- El 5 de marzo de 1977 (menos de un mes después de que se reanudaran las relaciones entre los dos países) fue expulsado Yuri Paivovarov, acusado de espionaje industrial en materia de armamento. Figuraba como delegado comercial.

- En junio de 1977, Guenadai Sveshnikov, funcionario de la sociedad mixta de pesca Intramar, fue detenido en Aranjuez portando un paquete de material clasificado de interés para la defensa nacional.

- Yuri Popov, de la delegación comercial soviética, fue expulsado el 22 de abril de 1978, también acusado de espionaje.

- Oleg Suranov, director en Madrid de la compañía aérea soviética Aeroflot fue acusado de espionaje en febrero de 1980.

- Anatoli Krassilnikov fue expulsado pocos días después que el anterior, considerado como agente del GRU.

- VIadimir Illich Efremenkov, el 7 de marzo de 1981, acusado de pertenecer al KGB, por tratar de conocer la estructura de los servicios de información españoles.

- Yuri Ivanovich Butchkov, en marzo de 198 1, por actividades que afectaban a la seguridad' nacional. Era director general de la empresa mixta Sovhispan, y residía en Las Palmas.

- Y ahora, VIadimir Lukin Tirtishriikov y Fedorin Vasili Nikolayevich, ambos presuntos agentes del GRU, servicio de espionaje militar sovietico, cuyas actividades fueron detectadas por los servicios del contraespionaje militar español.

Nikolayevich, delegado de Aeroflot en Madrid, trataba de establecer contactos relacionados con el suministro de material bélico norteamericano a España. Tirtishnikov, por su parte, tenía como objetivo obtener información sobre empresas industriales que fabrican material militar o de electrónica avanzada, tanto en aeronaútica como en sistemas de seguridad industrial.

Además de esta relación de diez soviéticos expulsados, fuentes dignas de crédito han asegurado a este periódico que al menos hubo otro espía cuya expulsión no se hizo pública. Se trata de Vitaly Ivanovich Suchkov, quien abandonó España el 13 de mayo de 1981. Agente del GRU e ingeniero naval, llevaba residiendo en España desde 1977, asignado a la agencia marítima Mar Negro. Sus actividades de espionaje se centraban en el campo de la alta tecnología, electrónica y material de ayuda a la navegación, todo ello relacionado con la Armada española.

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