Cartas al director

Sobre las Malvinas

El conflicto entre el Estado argentino y la nación inglesa no puede enfocarse con el reflector de una disputa entre una dictadura y una democracia.El conjunto de archipiélagos del Atlántico sur era parte integrante del virreinato del Río de la Plata a la hora de la independencia. Aprovechando la debilidad de la joven República Argentina, la vieja monarquía inglesa hizo que su flota militar ocupara esos territorios sin que existiera estado de guerra alguno.

La dictadura argentina es responsable del sojuzgamiento de su pueblo y de crímenes inauditos, y merece la condena más rotunda. Pero ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El conflicto entre el Estado argentino y la nación inglesa no puede enfocarse con el reflector de una disputa entre una dictadura y una democracia.El conjunto de archipiélagos del Atlántico sur era parte integrante del virreinato del Río de la Plata a la hora de la independencia. Aprovechando la debilidad de la joven República Argentina, la vieja monarquía inglesa hizo que su flota militar ocupara esos territorios sin que existiera estado de guerra alguno.

La dictadura argentina es responsable del sojuzgamiento de su pueblo y de crímenes inauditos, y merece la condena más rotunda. Pero la democracia inglesa es también responsable del sojuzgamiento de pueblos enteros en las cuatro esquinas del planeta, de despojos parciales a otros y de represiones brutales, y merece, por lo menos, igual condena. ¿Se ha olvidado esto, por casualidad?

Más información
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La recuperación de los archipiélagos -hondamente sentida por el pueblo argentino-, llevada a cabo en la misma forma en que, fueron sustraídos, merece el respaldo y el apoyo de todos los latinoamericanos -no importa las diferencias existentes en cuanto a régimen político- y de sus parientes del otro lado del Atlántico. Desentenderse del problema, abstenerse o tomar partido por el decadente colonialismo inglés es, en el primer caso, conducirse como caínes, y en el segundo caso, comportarse como celestinas./

Archivado En