Los compañeros del doctor Carasa desmienten a ETAm

Los compañeros del doctor Ramiro Carasa en la sección de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la residencia sanitaria de la Seguridad Social, de San Sebastián, salieron ayer al paso de las acusacíones vertid as por ETA Militar contra quien fuera jefe del citado servicio en un comunicado sobre el asesinato del médico, perpetrado el martes último en Urnieta (Guipúzcoa).Según la organización terrorista, Carasa fue asesinado "por su condición de fascista, antivasco y agente colaborador de la Guardia Civil y la policía política española", y su misión consistía "en facilitar la entrada e intervenci...

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Los compañeros del doctor Ramiro Carasa en la sección de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la residencia sanitaria de la Seguridad Social, de San Sebastián, salieron ayer al paso de las acusacíones vertid as por ETA Militar contra quien fuera jefe del citado servicio en un comunicado sobre el asesinato del médico, perpetrado el martes último en Urnieta (Guipúzcoa).Según la organización terrorista, Carasa fue asesinado "por su condición de fascista, antivasco y agente colaborador de la Guardia Civil y la policía política española", y su misión consistía "en facilitar la entrada e intervención delos cuerpos represivos, en aquellos casos de detenidos políticos que ingresaban heridos o enfermos". ETAm alude al caso reciente de dos presos, que habrían sido devueltos en malas condiciones a la policía, merced al parte médico.

La nota de los compañeros de trabajo de Carasa indica que no se le conocían vinculaciones políticas de ningún tipo y considera indemostrables las afirmaciones de ETAm. Asegura que todos los heridos supuestamente ímplicados en actividades terroristas, atendidos en el centro, fueron conducidos allí por la policía.

Por otra parte, el comunicado de ETAm relativo al asesinato del médico donostiarra considera "una mentira y una invención" las informaciones oficiales sobre la falta de atención a un herido de ETA, que estarían destinadas a desorientar a la opinión pública, al poderse comprobar más tarde que eran falsas.

La organización terrorista desmiente, asimismo, como "un absurdo, contrario a nuestra ética revolucionaria, las especulaciones vertidas en torno a supuestos malos tratos sufridos por el doctor Carasa durante su interrogatorio", aunque no ofrece ninguna explicación de los hematomas que presentaba el cadáver, de la fractura del hueso supraorbitarlo derecho, ni del hecho de que recibiera cinco disparos, de los que uno solo bastó para provocar heridas mortales de necesidad.

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