El Consorcio de Cajas Rurales gestionará provisionalmente la caja de Santánder

Como consecuencia de la destitución del consejo rector de la Caja Rural de Santander y de su director general, el Banco de España ha encomendado la administración de la caja al Consorcio de Cajas Rurales Provinciales, con carácter provisional, hasta tanto la asamblea general pueda proceder a nombrar nuevos organos rectores, según informó ayer el servicio de Prensa del banco emisor.El Ministerio de Economía ha notificado al director general, Tomás Mier, y al consejo rector de la Caja Rural de Santander el cese en sus cargos, a propuestá del Banco de España y en razón de las irregularidades adve...

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Como consecuencia de la destitución del consejo rector de la Caja Rural de Santander y de su director general, el Banco de España ha encomendado la administración de la caja al Consorcio de Cajas Rurales Provinciales, con carácter provisional, hasta tanto la asamblea general pueda proceder a nombrar nuevos organos rectores, según informó ayer el servicio de Prensa del banco emisor.El Ministerio de Economía ha notificado al director general, Tomás Mier, y al consejo rector de la Caja Rural de Santander el cese en sus cargos, a propuestá del Banco de España y en razón de las irregularidades advertidas por éste en la gestión de la citada entidad. Sin embargo, fuentes cooperativistas cántabras, muestran su preocupación por el hecho de que la medida tomada no se vea acompañada de inhabilitación, con lo que los sancionados podrían volver a ocupar sus cargos en un futuro inmediato.

La decisión del ministerio se produce un año después de la inspección realizada por el Banco de España en la Caja Rural de Santander, motivada por la negativa de un subdirector a firmar el balance del ejercicio 1980. En el acta de infracciones levantada se señalaban diversas anomalías en el planteamiento de las cuentas de resultados, que según la dirección de la caja suponían un beneficio neto de casi 26 millones de pesetas, en el año 1980, en tanto que el Banco de España cifraba el negativo real en 63.300.000 pesetas.

Por otra parte, la inspección determ Inó la existencia de importantes créditos destinados a la financiación de actividades ajenas al sector agropecuario y una excesiva concentración de riesgos que elevaban los incobrables a más de ochocientos millones de pesetas.

El expediente abierto a los directivos de la caja rural, que califica las anomalías de "falta grave", no fue comunicado a éstos hasta el mes de enero pasado.

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