PAIS VASCO

La remodelación del teatro Arriaga provoca enfrentamientos en el ayuntamiento bilbaino

El Pleno del Ayuntamiento de Bilbao acaba de aprobar un proyecto de remodelación del teatro Arriaga, de propiedad municipal, pero que durante el último medio siglo estuvo arrendado a particulares que lo destinaron a sala de exhibición cinematográfica. El hecho de que, pese a tratarse de una de las más costosas inversiones aprobadas por la Corporación, por un importe total próximo a los 1.200 millones de pesetas, el proyecto fuera sancionado por medio de una moción de urgencia presentada por los corporativos del PNV, en el tiempo récord de trece minutos improrrogables, pasando por encima de la ...

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El Pleno del Ayuntamiento de Bilbao acaba de aprobar un proyecto de remodelación del teatro Arriaga, de propiedad municipal, pero que durante el último medio siglo estuvo arrendado a particulares que lo destinaron a sala de exhibición cinematográfica. El hecho de que, pese a tratarse de una de las más costosas inversiones aprobadas por la Corporación, por un importe total próximo a los 1.200 millones de pesetas, el proyecto fuera sancionado por medio de una moción de urgencia presentada por los corporativos del PNV, en el tiempo récord de trece minutos improrrogables, pasando por encima de la comisión de obras y servicios y aprovechando la ausencia de la sala de parte de los concejales de izquierda, que se habían ausentado en protesta por la decisión del alcalde de celebrar el pleno a puerta cerrada, ha provocado la indignación de la oposición.El teatro Arriaga, un edificio neoclásico con elementos modernistas inaugurado en 1890, situado en el centro de Bilbao, ha estado ocupado hasta fecha reciente por una serie de comerciantes privados, que tenían alquilados los bajos del inmueble, y por una cadena de exhibiciones cinematográficas, que utilizaba la sala principal a cambio de un arrendamiento más bien simbólico. Con la restauración de la democracia, diversas asociaciones ciudadanas reivindicaron el rescate del edificio por parte del municipio para hacer de él un centro cultural abierto a distintas iniciativas de tipo participativo (pequeñas salas para teatro de aficionados, filmoteca, etcétera). El ayuntamiento acabó asumiendo la iniciativa y a la vez que solventaba el pleito jurídico con los arrendatarios, encargó un proyecto al arquitecto Fernando Hurtado de Saracho.

La comisión de obras y servicios, que preside el socialista José Luis Ibáñez, había presentado ciertas objeciones al proyecto que, a la espera de una más profunda discusión, había quedado sin dictaminar. Fue en estas circunstancias en las que durante el último pleno y cuando faltaba menos de un cuarto de hora para medianoche -hora a la que preceptivamente deben terminar los plenos- el concejal nacionalista Jon Andoni Sáez, presentó, por procedimiento de urgencia, una moción proponiendo la aprobación definitiva del proyecto. En ausencia de los concejales de Herri Batasuna, LAIA y Euskadiko Ezkerra, el portavoz socialista, que calificó la propuesta del PNV de "osadía impar" y de "ligereza", intentó argumentar en contra del procedimiento empleado.

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