Dos jóvenes de dieciséis años asesinan en Salamanca a una anciana de 77
Dos jóvenes de 16 años F.M.C. y J.F.R.P. son, según informó la policía salmantina, los autores del asesinato de Emilia Gabriela González González, de 77 años, que apareció muerta en su domicilio de la calle Federico Anaya de Salamanca.
La policía ha informado asimismo que la detención de los muchachos se llevó a cabo en sus domicilios respectivos pocas horas después del hallazgo del cadáver, y que se trata de un claro asesinato, premeditado con una semana de anterioridad a los hechos, y con el móvil del robo. F.M.C. habitaba el piso superior al de la víctima, con la que mantenía relacio...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Dos jóvenes de 16 años F.M.C. y J.F.R.P. son, según informó la policía salmantina, los autores del asesinato de Emilia Gabriela González González, de 77 años, que apareció muerta en su domicilio de la calle Federico Anaya de Salamanca.
La policía ha informado asimismo que la detención de los muchachos se llevó a cabo en sus domicilios respectivos pocas horas después del hallazgo del cadáver, y que se trata de un claro asesinato, premeditado con una semana de anterioridad a los hechos, y con el móvil del robo. F.M.C. habitaba el piso superior al de la víctima, con la que mantenía relaciones de buena vecindad.El cadáver de Emilia González se encontraba en el momento de su descubrimiento, el miércoles por la noche, próximo a la puerta de entrada de la vivienda. Llevaba veinticuatro horas muerta y tenía un esparadrapo en la boca y las manos fuertemente atadas, y junto a su cabeza aparecía un charco de sangre. En la cara tenía señales de golpes.
Los hechos se produjeron el martes hacia las siete y media de la tarde, hora en que F.M.C. llamó a la puerta de Emilia González con la excusa de pedir un periódico para un familiar. Cuando la mujer abrió la puerta, confiada, pues conocía al muchacho, los dos chicos se abalanzaron sobre ella.
En posteriores investigaciones se ha demostrado que los presuntos autores utilizaron cloroformo, pero su inexperiencia impidió que le hiciera efecto. Emilia González era una mujer soltera con una situación económica desahogada, de trato al parecer amable y cordial.