Calvo Sotelo intenta la recuperación de Adolfo Suárez para UCD

Adolfo Suárez volvió la semana pasada a la Moncloa requerido por Leopoldo Calvo Sotelo, quien le expuso la absoluta necesidad de contar con su colaboración política para llevar a cabo las tareas pendientes a las que se enfrenta el Gobierno y el partido centrista, con acontecimientos en el calendario tan relevantes como la vista del juicio del 23-F y las elecciones andaluzas del 23 de mayo.La entrevista, a la que aludió ayer EL PAIS, confirma los indielos de una operación mas amplia desplegada con anterioridad para intentar la recuperación de los suaristas, erradicados con fruieción del aparato...

Adolfo Suárez volvió la semana pasada a la Moncloa requerido por Leopoldo Calvo Sotelo, quien le expuso la absoluta necesidad de contar con su colaboración política para llevar a cabo las tareas pendientes a las que se enfrenta el Gobierno y el partido centrista, con acontecimientos en el calendario tan relevantes como la vista del juicio del 23-F y las elecciones andaluzas del 23 de mayo.La entrevista, a la que aludió ayer EL PAIS, confirma los indielos de una operación mas amplia desplegada con anterioridad para intentar la recuperación de los suaristas, erradicados con fruieción del aparato tras la salida forzada de Agustín Rodríguez Sahagún y Rafael Calvo Ortega de la sede de Arlabán.

El actual presidente del Gobierno hizo durante la entrevista toda suerte de reconvenciones a su antecesor, Adolfo Suárez. A Leopoldo Calvo Sotelo le preocupan especialmente las decisiones que pueda tomar cara a su futuro político el líder fundacional de UCD.

Adolfo Suárez, que ha optado por proseguir su silencio, estima que las contemplaciones con los poderes fácticos y especialmente con, la CEOE han tenido como consecuencia una mayor arrogancia. Según su análisis si, por inducción de la patronal, UCD se transforma en un partido de clase, se habrá hecho un regalo a la izquierda con grave reflejo en las urnas. Como señalaba ayer un diputado centrista andaluz, no se puede llegar al congreso ucedista de Torremolinos para dejar al frente de la campaña a quien tiene trece horas al día absorbidas por el ministerio que regenta, ni esperar que cuaje en votos un mensaje liberal lanzado por una marquesa consorte sobre una tierra donde la temperatura social es muy alta.

Falta de inserción social

Para Leopoldo Calvo Sotelo es ahora vital obtener el compromiso de Adolfo Suárez de permanecer en las filas centristas. Su marcha, se le ha indicado sería la pendiente de una nueva y gravísima desestabilización. Adolfo Suárez no ha expuesto ningún memorial de agravios, pero se ha referido de forma contundente a la campaña de prensa dirigida contra su persona y orquestada desde la Moncloa a través de medios informativos afines al Gobierno y con participación de UCE, en el accionariado.

Toda la estrategia numerosas veces cantada de los independientes se ha derrumbado con estrépito, según fuentes de la propia ejecutiva centrista, porque no puede basarse en un hombre como Antonio Garrigues cuyo radio de acción social no añade nada a Calvo Sotelo, ni tampoco en el retorno de los lópeces en una nueva versión de aquellos fracasados siete magníficos de Manuel Fraga en 1977.

No hay más cantera de independientes con garra electoral que los enrolados en la Fundación para el Progreso de la Democracia. Hombres como Ramón Tamames, Raúl Morodo, Matías Cortés sí pueden morder en el electorado y a esa cantera tiene muy buena aproximación Adolfo Suárez como la tiene también con Francisco Fernández Ordóñez, hacia el que empiezan a tenderse puentes de entendimiento