Cartas al director

Semáforo asesino en el paseo de Extremadura

Existe un semáforo en el paseo de Extremadura, a la altura del número 122 (por la derecha) y el número 111 (por la izquierda), que fue instalado hace años y que, además de controlar el cruce normal de esta vía tiene que ordenar, o debiera de ordenar, el acceso al paseo de Extremadura por las calles de Turismundo, por los pares, y la de Repullés y Vargas, por los impares.Es, pues, un nudo de cierta importancia para la circulación, pero más lo es si a esto añadimos que por este cruce del paseo han de circular peatones tan delicados de controlar como los alumnos del importante, y nutrido, colegio...

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Existe un semáforo en el paseo de Extremadura, a la altura del número 122 (por la derecha) y el número 111 (por la izquierda), que fue instalado hace años y que, además de controlar el cruce normal de esta vía tiene que ordenar, o debiera de ordenar, el acceso al paseo de Extremadura por las calles de Turismundo, por los pares, y la de Repullés y Vargas, por los impares.Es, pues, un nudo de cierta importancia para la circulación, pero más lo es si a esto añadimos que por este cruce del paseo han de circular peatones tan delicados de controlar como los alumnos del importante, y nutrido, colegio de los Salesianos (situado en la calle de Repullés y Vargas), así como los asiduos socios del Centro Municipal de la Tercera Edad, sito en el paseo de Extremadura número 128.

Después de estas coincidencias, de estar ubicado este semáforo en zona tan conflictiva y especial el tal semáforo tiene las siguientes cualidades negativas que son: desde hace años nunca ha funcionado con la sincronización debida, ya que el espacio de tiempo concedido al paso de peatones ha sido exiguamente corto, hasta el punto de no dar tiempo a cruzar, incluso a paso ligero. Y ya, en los últimos tiempos, ha llegado el colmo de mal funcionamiento del tal semáforo: que no actúan los cambios de color normalmente, y es tal la anarquía de sincronización que es normal encontrarse al pie del semáforo grupos de peatones sin atreverse a cruzar durante varios minutos.

Y ahora concretando, y hasta personalizando, el citado semáforo

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