El Atlético no puede apartarse de la Federación

Se ha puesto de moda separarse de la Federación. El Atlético, siguiendo el ejemplo del Real Madrid, le ha dicho a la parienta, federativa, ahí te quedas. Se olvidan los directivos de que en el fútbol se pueden tener amantes, pero los lazos con la Federación son indisolubles. El Atlético no puede apartarse de la disciplina de Pablo Porta, porque ello significaría retirarse de la competición. Cabeza está condenado a seguir ligado al orden establecido. Y en éstas, la ministra de Cultura, empeñada en atizar más el fuego deportivo queriendo pasar a Hermida al Comité Olímpico Español, para que Merig...

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Se ha puesto de moda separarse de la Federación. El Atlético, siguiendo el ejemplo del Real Madrid, le ha dicho a la parienta, federativa, ahí te quedas. Se olvidan los directivos de que en el fútbol se pueden tener amantes, pero los lazos con la Federación son indisolubles. El Atlético no puede apartarse de la disciplina de Pablo Porta, porque ello significaría retirarse de la competición. Cabeza está condenado a seguir ligado al orden establecido. Y en éstas, la ministra de Cultura, empeñada en atizar más el fuego deportivo queriendo pasar a Hermida al Comité Olímpico Español, para que Merigó se las entienda con el resto.

El Atlético de Madrid no puede marcharse de la Federación. En primer lugar, porque no está en la directiva. En segundo, porque mientras permanezca en competición, o con vida, tiene que adaptarse a las normas establecidas. Esas frases rimbombantes de las directivas son papel mojado. No sirven ni siquiera como actitud testimonial. El Atlético aprovechó el bochorno del domingo por la tarde para lanzar una nota en la que incluso arremete contra ciertos medios informativos, por lo que considera campaña de persecución. Cabeza se equivocó de medio a medio porque, casualmente, quienes habitualmente le han bailado el agua asomaron el domingo el plumero y le dejaron en la estacada. Cabeza debe entender que una cosa es reirle las gracias y animarle a provocar escándalos y otra muy distinta cantar las verdades del barquero. Aquí, por ejemplo, no se oculta que su administración es nefasta, pero tampoco se disimula lo que sucedió en el Manzanares desde que el señor Urízar Azpitarte comenzó su concierto.Cabeza tenía razón en quejarse el domingo, pero como siempre dramatizó en exceso. Le hubiera ido mejor tomarse a chacota a ciertos personajes que, evidentemente, son nefastos en el deporte español. Cabeza se desborda y eso le pierde. Tiene que pensar que en este país todavía hay gente que le teme al diccionario. El único que compartía los criterios de Camilo José Cela era Santiago Bernabéu, pero ya se sabe que éste tenía bula. Cabeza debería tomar ejemplo de Luis de Carlos, que mienta a Job al que llama santo. Con las referencias prudentes a la Biblia nadie se ofende. Con lo escatológico siempre hay quien se rasga las vestiduras.

Los atléticos deben olvidar lo sucedido el domingo. Inocentemente se han convertido en los protagonistas de la Liga. Ellos no estaban en la pelea por el título. Ahora, las preocupaciones son para donostiarras y barceloneses. Y puede estar seguro Cabeza de que lo sucedido en el Manzanares será un arma arrojadiza que no tendrá necesidad de usar. Lo harán otros por él. El Madrid, para ser un campeón sin discusiones, tendrá que superar a sus rivales por más de dos puntos. De lo contrario, le echarán en cara lo de Urízar. Aunque, bien pensado, lo sucedido al mitad de temporada no suele pasar a la historia.

Si Alfonso Cabeza reflexiona sobre lo sucedido, debe llegar a la conclusión de que le han hecho un favor. Ahora, la afición está con él. Los atléticos van a cerrar filas durante una temporada. Urízar le ha servido en bandeja un casco protector. Después del cambio de entrenador y de acuerdo con las finanzas, le quedaban pocas salidas. Urízar le ha asegurado la pervivencia hasta el Mundial-82.

El deporte español no tiene arreglo. Lo del fútbol es una pequeña muestra sin valor. Desde el Ministerio de Cultura no se entiende lo que está pasando ni lo que significa el futuro. A la ministra hay que explicárselo todo. Por ejemplo, que no se puede nombrar a dedo al presidente del Comité Olímpico Español: Los rumores sobre el nombramiento de Merigó han puesto en guardia a algunos hombres importantes del deporte. Hay incluso quien está dispuesto a impugnar el nombramiento, si se produce, tomando como base la ley de la Cultura Física y el Deporte. Para la ministra, todo consistía en pactar con el PSOE.

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