Cartas al director

El caso Vinader

He leído el editorial en el cual sale su periódico en defensa de Vinader, periodista de la revista Interviu, y por esta vez no estoy de acuerdo con su punto de vista. A menudo ocurre que las instituciones, colegios profesionales o cualquier otro grupo, cuando se dejan llevar por el espíritu corporativo, pierden contacto con el sentir general de la población. Creo que en este caso pasa algo de eso. Por los comentarios que en distintos ambientes he oído, son muy pocos los que no ven como adecuada, sino benévola, la pena impuesta a Vinader.Dice EL PAIS que ETA pudo conseguir su información...

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He leído el editorial en el cual sale su periódico en defensa de Vinader, periodista de la revista Interviu, y por esta vez no estoy de acuerdo con su punto de vista. A menudo ocurre que las instituciones, colegios profesionales o cualquier otro grupo, cuando se dejan llevar por el espíritu corporativo, pierden contacto con el sentir general de la población. Creo que en este caso pasa algo de eso. Por los comentarios que en distintos ambientes he oído, son muy pocos los que no ven como adecuada, sino benévola, la pena impuesta a Vinader.Dice EL PAIS que ETA pudo conseguir su información de la misma manera que la consiguió Vinader y no directamente de este último. Puede que sí, pero debió tener en cuenta la posibilidad de que no. En todo caso, hay otro aspecto todavía más importante: Interviu es una revista que por su sensacionalismo ha conseguido una gran difusión; en consecuencia, los nombres de las personas asesinadas quedaron en entredicho en toda España, incluso, por supuesto, en el País Vasco. Al matarlos, ETA asumía ante su clientela el papel de vengador justiciero que quiso cultivar en sus principios. De hecho, después del malhadado artículo estaba casi forzada a asesinarlos para no defraudar a su coro de admiradores.

Efectivamente, la profesión de conductor es muy distinta de la de periodista. También lo es la de mecánico, la de cocinero, la de policía o la de ingeniero de caminos. Todos ellos pueden causar daños por imprudencia temeraria, y todos ellos, como los conductores o como cualquier otro, pueden, podemos, estar sujetos a la pena correspondiente. ¡Faltaría más!

Quiero también decirle que cada vez que un periódico de prestigio, como el suyo, publica anuncios de la revista Interviu, aunque sea propaganda pagada, el lector no siempre distingue, y el resultado viene a ser un respaldo de EL PAIS para dicha revista./

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Madrid.

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