El Jardín Botánico volverá a abrirse al público el 5 de diciembre
El Jardín Botánico, muestra típica del urbanismo de la llustración, del que este año se celebra el bicentenario, se reinaugurará el 5 de diciembre próximo. Especial interés, dentro del recinto, tiene la restauración del pabellón de Invernáculos.Las obras de recuperación del jardín fueron iniciadas en 1979. En ese mismo año comenzó la reconstrucción de la cátedra de Cavanilles, recinto en cuyas dependencias explicó sus clases el famoso botánico español del mismo nombre. Los pabellones situados en la parte posterior, que se encontraban prácticamente derruidos desde hace cuarenta años, también ha...
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El Jardín Botánico, muestra típica del urbanismo de la llustración, del que este año se celebra el bicentenario, se reinaugurará el 5 de diciembre próximo. Especial interés, dentro del recinto, tiene la restauración del pabellón de Invernáculos.Las obras de recuperación del jardín fueron iniciadas en 1979. En ese mismo año comenzó la reconstrucción de la cátedra de Cavanilles, recinto en cuyas dependencias explicó sus clases el famoso botánico español del mismo nombre. Los pabellones situados en la parte posterior, que se encontraban prácticamente derruidos desde hace cuarenta años, también han sido habilitados. El presupuesto de este bloque de obras ha sido de sesenta millones de pesetas.
Según informa el Ministerio de Cultura, los trabajos de remodelación se han realizado con una gran minuciosidad por parte del arquitecto responsable de las obras, Antonio Fernández Alba, quien ha aplicado técnicas de restauración incluidas en disposiciones internacionales.
El pabellón de Invernáculos forma parte del conjunto más representativo del urbanismo de la llustración. En ese conjunto están incluidos los edificios del Museo del Prado, el Hospital Provincial, la facultad de San Carlos, el Museo Etnográfico, el Ministerio de Fomento o la estación de Atocha.
La reapertura del Jardín Botánico, abierto por primera vez a los madrileños en 1781, vuelve a abrirse este otoño al cumplirse el bicentenario de su apertura y después de casi siete años de clausura. El cierre de este histórico recinto se produjo como consecuencia inevitable de una larga serie de desaguisados histórico-artísticos. Durante este tiempo de clausura, el jardín fue objeto de determinadas obras que a punto estuvieron de dejar irrecuperable el recinto. Dentro de las seis hectáreas que ocupa el jardín, se intentó levantar el Museo Goya, una pérgola para plantas acuáticas con una cascada de veintiséis metros, caminos asfaltados que pretendían exterminar a los senderos de arena y existentes, entre otras cosas más, trasplantar el green inglés a este histórico recinto.
Los dos últimos años, y un presupuesto de más de 120 millones de pesetas, se han consumido en eliminar todas estas innovaciones y en recuperar el aspecto original del jardín, de forma que los madrileños puedan volver a apreciar el conjunto realizado por Villanueva.