Los sindicatos se niegan a admitir el despido de 4.625 trabajadores en el plan de viabilidad de Standard Eléctrica

La dirección de Standard Eléctrica presentará hoy al comité intercentros de la empresa el plan de viabilidad, hasta ahora absolutamente desconocido por las dos centrales -CC OO y UGT- que forman parte del citado comité. En una reunión celebrada días pasados, la dirección de la compañía anunció su intención de reducir la actual plantilla de 16.500 trabajadores en 4.625. Por su parte, las centrales sindicales, que aseguran que las condiciones de Standard son mejores que en años anteriores, afirman que la negociación no puede partir de un expediente de regulación que suponga el despido de un solo...

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La dirección de Standard Eléctrica presentará hoy al comité intercentros de la empresa el plan de viabilidad, hasta ahora absolutamente desconocido por las dos centrales -CC OO y UGT- que forman parte del citado comité. En una reunión celebrada días pasados, la dirección de la compañía anunció su intención de reducir la actual plantilla de 16.500 trabajadores en 4.625. Por su parte, las centrales sindicales, que aseguran que las condiciones de Standard son mejores que en años anteriores, afirman que la negociación no puede partir de un expediente de regulación que suponga el despido de un solo trabajador.

Bajo este signo, el plan de viabilidad de Standard se presenta duro y dificil y podría desencadenar una oleada de conflictividad que se sumaría a la ya registrada en otros sectores.La dirección de Standard Eléctrica ha llevado en riguroso secreto los términos del plan de viabilidad que hoy presentará a los sindicatos. Lo único que hasta ahora ha quedado claro, al menos para las centrales sindicales, es el expediente de regulación de empleo, que supone el despido de 4.625 trabajadores. Esta medida ya fue anunciada por Standard en la reunión mantenida el pasado día 4 de noviembre con los miembros del comité intercentros.

Así, determinados sectores entienden que en el caso de Standard no sólo se presenta un plan de viabilidad aún por conocer, sino que se parte de un excedente de plantilla que, aparentemente, parece planteado como condición imprescindible para llevar adelante el propio plan. Las dos centrales sindicales presentes en el comité intercentros de Standard permanecen de momento a la espera de lo que la dirección explique en la reunión de hoy.

Sin embargo, para UGT la negociación en Standard debe plantearse bajo una serie de puntos, entre los que se encuentran la negativa a aceptar "ni un solo despido" y un programa de prejubilaciones y bajas indemnizadas, así como que la duración del plan negociado entre las partes debe tener una duración entre tres y cuatro años. Para CC OO el hecho de que la dirección de Standard haya lanzado por delante el tema del excedente de plantilla supone en realidad el intento por parte de la companía de presionar ante la Administración con el fin de conseguir las mejores condiciones en el plan de viabilidad.

Reducciones de plantilla en los últimos años

Según fuentes sindicales, la plantilla de Standard ha venido sufriendo en los últimos años reducciones considerables. A principio del año 1976 la compañía contaba con unos 20.500 trabajadores, que se han visto reducidos a los 16.500 actuales. La situación de Standard, dependiente en gran medida de la Compañía Telefónica Nacional de España, se ha venido deteriorando en los últimos ejercicios como consecuencia del bajón experimentado en su cartera de pedidos y, según han denunciado en distintas ocasiones fuentes sindicales, por la falta de un apoyo suficiente de su socio, la multinacional ITT. A ello habría que sumar, de acuerdo con otras fuentes, los graves problemas tecnológicos por los que ha atravesado la compañía.Aunque en medios empresariales relacionados con el sector se ha aceptado que posiblemente las salidas de la actual situación deberán pasar por el reconocimiento de un excedente de plantilla, no parece tan claro que el número adelantado por la propia empresa responda a la realidad. El propio plan cuatrienal de inversiones de la Telefónica, en un principio saludado como solución a los graves problemas de supervivencia de la empresa, se ha demostrado a corto plazo insuficiente. En este sentido conviene recordar que, según afirmó el pasado martes Pedro Higueras, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Informática y Electrónica (ANIEL), las inversiones de Telefónica están muy por debajo de las previsiones medias mundiales, destacando que en- el caso del plan cuatrienal de inversiones el crecimiento medio anual acumulativo en términos reales de las inversiones en los años de vigencia del citado plan era del 1,8%.

Las dos centrales sindicales coinciden en afirmar que la situación de la compañía es sensiblemente mejor que en años anteriores. En 1980, según señalaba CC OO, se perdieron 1.600 millones de pesetas, de los cuales alrededor de mil millones se destinaron al pago de indemnizaciones por bajas. En 1981 las pérdidas se reducirán previsiblemente a unos mil millones de pesetas.

Las negociaciones del plan de viabilidad de Standard, que, según fuentes sindicales, se muestra absolutamente escrupulosa en el cumplimiento de la normativa vigente en casos semejantes, se presentan duras y difíciles. Sí un expediente como el planteado en John Deere, con el despido de 125 personas, ha provocado una oleada de protestas y alteraciones del orden público que ha desembocado en la resolución de la Delegación de Trabajo admitiendo sólo la suspensión temporal de empleo para 127 trabajadores, el despido de 4.625 personas, con la tradición de lucha que tiene Standard Electrica, es muy posible que termine produciendo un verdadero estallido de la conflictividad en todo el sector.

El convenio de Renfe, bajo el ANE

Paralelamente al tema de Standard y a las negociaciones que comienzan hoy, el convenio de Renfe, por distintas razones, uno de los que con más interés es seguido por las distintas fuerzas sociales, inició ayer de manera formal las deliberaciones. En la reunión, ya con la presencia del presidente de la mesa negociadora, el magistrado de Trabajo Miguel Angel Campos, ambas partes mostraron su intención de atenerse al campo de juego del Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE).Fuentes empresariales indicaron que esperaban que, al igual que ocurriera con los pactos de la Moncloa, el ANE sirviera como elemento estabilizador y clarificador de las negociaciones. El convenio de Renfe, en los últimos años bajo el signo de la conflictividad, discurriría en esta ocasión, y salvo las lógicas tensiones de toda negociación, con absoluta calma.

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