Las discrepancias internas de los centristas salvan el apoyo parlamentario a Calvo Sotelo

La crisis interna de Unión de Centro Democrático (UCD y las probabilidades de una próxima remodelación del Gobierno alimentan la expectación de los distintos sectores centristas ante las decisiones que pueda adoptar en los próximos días el presidente del Gabinete, Leopoldo Calvo Sotelo, quien se esfuerza en mantener una escrupulosa y difícil neutralidad. Junto a las mutuas invitaciones para que sean los otros quienes abandonen el partido, existe una coincidencia general en mantener el respaldo parlamentario al actual jefe de Gobierno.

En círculos socialdemócratas y suaristas se ha conte...

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La crisis interna de Unión de Centro Democrático (UCD y las probabilidades de una próxima remodelación del Gobierno alimentan la expectación de los distintos sectores centristas ante las decisiones que pueda adoptar en los próximos días el presidente del Gabinete, Leopoldo Calvo Sotelo, quien se esfuerza en mantener una escrupulosa y difícil neutralidad. Junto a las mutuas invitaciones para que sean los otros quienes abandonen el partido, existe una coincidencia general en mantener el respaldo parlamentario al actual jefe de Gobierno.

En círculos socialdemócratas y suaristas se ha contemplado la posibilidad de dividir el actual Grupo Parlamentario Centrista -fuente principal de los conflictos internos de UCD- en dos subgrupos, en función de las afinidades ideológicas. Según manifestaron diputados socialdemócratas, ambos subgrupos suscribirían un pacto parlamentario de apoyo a Calvo Sotelo como presidente del Gobierno.Fuentes suaristas expresaron también la necesidad de apoyar al jefe de Gobierno, y señalaron a Europa Press que la unanimidad del grupo es imposible «por las diferencias y los enfrentamientos personales entre los diputados». Tales fuentes se mostraron partidarias del desdoblamiento del grupo. Uno estaría comandado por Adolfo Suárez, en representación de los progresistas y con presencia socialdemócrata, y el otro agruparía a los conservadores, bajo la dirección de Miguel Herrero.

La virtualidad de esta solución sería la de permitir negociar los proyectos legislativos y las decisiones parlamentarias «a dos bandas, en lugar de a cuatro o cinco, como ahora». Desde posiciones centristas menos identificadas con los sectores enfrentados, se contempla con escepticismo una solución de este carácter, que podría ser el preludio de la voladura del Grupo Parlamentario Centrista. La propia personificación de los dos subgrupos en Suárez y Herrero -personal y políticamente irreconciliables- anticiparía un choque frontal.

En opinión de los moderados, la propuesta de partir en dos el Grupo Centrista es un globo sonda lanzado por los suaristas, para impedir la salida de UCD de Francisco Fernández Ordóñez. Miembros de la plataforma moderada mantienen su criterio de celebrar un congreso extraordinario, a lo que los suaristas se oponen de plano.

Oscar Alzaga, destacado miembro del sector moderado, insistió ayer en Ceuta en la conveniencia del congreso extraordinario. A preguntas sobre la posibilidad de un apoyo moderado a la candidatura de Rodolfo Martín Villa para la secretaría general de UCD, Alzaga señaló que los problemas de este partido «son de tal calado que exceden con mucho de la cuestión de quién es el secretario general».

Mientras tanto, el actual secretario general de UCD, Rafael Calvo Ortega, que asistió ayer a la clausura de la asamblea provincial de Gerona de los Centristas de Cataluña, se mostró conciliador con todas las tendencias.

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Calvo Sotelo no recibe

Por su parte, el presidente del Gobierno parece dispuesto a mantener su posición de neutralidad frente a los sectores enfrentados. Ante las insistentes noticias de que una comisión de la plataforma moderada proyecta entrevistarse con Calvo Sotelo para exponerle «la necesidad de tomar decisiones, y pronto», un portavoz de la Moncloa señaló a Efe que «no consta en los planes del presidente recibir a ninguna delegación de la plataforma moderada».El presidente del Gobierno ha indicado a la presidencia del partido, «que no piensa entrar en los conflictos internos de UCD» y ha hecho llegar a los sectores enfrentados la consideración sobre«la responsabilidad que este partido tiene con los intereses nacionales, que deben primar por encima de cuestiones personales». El próximo miércoles, Calvo Sotelo y su esposa ofrecerán una recepción en el palacio de la Moncloa a todos los miembros del Grupo Parlamentario Centrista.

Los problemas y los enfrentamientos continúan, mientras tanto, sin pausa, dentro del partido gubernamental. Ayer mismo, el secretario regional de la UCD murciana, Juan Martínez Meseguer, declaró a EL PAIS, según informa nuestra corresponsal Isabel Llorens: «Estamos hartos de chantajes». Yo, personalmente, prefiero que haya una clarificación del partido, a través del consejo político, que para eso está. Y Si es necesario que se vayan siete u ocho y tenemos que perder alguna vez en el Congreso, es preferible, porque nuestro electorado verá que somos coherentes y fieles al programa por el que nos votaron ».

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