El austriaco Waldheim y el tanzano Salim, candidatos a la secretaría general de la ONU

El austriaco Kurt Waldheim y el tanzano Salim Ahmed Salim son los dos firmes candidatos para el puesto de secretario general de Naciones Unidas, cuyas votaciones comenzaron ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la presidencia, por rotación, del embajador español, Jaime de Piniés. Chinos y norteamericanos vetaron, respectivamente, a los dos candidatos oficiales.

El representante de Pekín impidió la reelección de Waldheim, con el argumento de que el Tercer Mundo tiene derecho a tener un secretario general, y el vepo norteamericano bloqueó la elección de Salim.Waldheim, 62 años d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El austriaco Kurt Waldheim y el tanzano Salim Ahmed Salim son los dos firmes candidatos para el puesto de secretario general de Naciones Unidas, cuyas votaciones comenzaron ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la presidencia, por rotación, del embajador español, Jaime de Piniés. Chinos y norteamericanos vetaron, respectivamente, a los dos candidatos oficiales.

El representante de Pekín impidió la reelección de Waldheim, con el argumento de que el Tercer Mundo tiene derecho a tener un secretario general, y el vepo norteamericano bloqueó la elección de Salim.Waldheim, 62 años de edad y actual secretario general, aspira a una tercera reelección por cinco años, caso inédito en la historia de la ONU. Cuenta con el apoyo tácito de los países occidentales industrializados, pero tiene ante sí el veto inicial de China.

Salim, de 39 años, y actual ministro de Asuntos Exteriores de Tanzania, es el favorito del bloque de países en vías de desarrollo y de la Unión Soviética. Pero tiene frente a su candidatura el posible veto de Estados Unidos, ante los temores de Washington de ver una personalidad tercermundista y de orientaciones marxistas al frente de la ONU.

En realidad, la votación secreta de ayer entre los quince Estados miembros del Consejo de Seguridad fue muy reñida e ilustra, en su aspecto político, la continuidad de las diferencias económicas entre países desarrollados y países en vías de desarrollo.

Aunque ninguna delegación ha revelado sus preferencias, en caso de empate persistente entre los dos firmes candidatos, se iniciarían consultas para escoger a un tercer hombre, entre cuyas figuras destacan varios políticos suramericanos (Ortiz de Rosas, de Argentina; Pérez de Cuéllar, de Perú; López Portillo y Castañeda, de México), sin excluir una solución europea, que, podría pasar por la candidatura de Jaime de Piniés.

Pero los observadores diplomáticos de la compleja mecánica de la ONU consideran que el veto inicial de China a la reelección de Waldheim es, ante todo, táctico. Trata de demostrar la posición ideológica tercermundista de Pekín con un no en la primera ronda, que podría traducirse en un apoyo final al hombre del grupo occidental, el austriaco Kurt Waldheim. Cabe recordar que en 1976 China se pronunció por el mexicano Luis Echevarría.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El candidato final decidido por el Consejo de Seguridad será ratificado posteriormente por la Asamblea General de la ONU, integrada por 156 países, con claro predominio de países en vías de desarrollo. Salim A. Salim, que ocupó el cargo de presidente de la anterior Asamblea General, cuenta con el apoyo de los 54 Estados miembros de la Organización para la Unidad Africana y los 93 del grupo de países no alineados.

Aunque la inoperancia de la ONU es cada vez más patente (los Estados miembros hacen, en general, caso omiso de resoluciones para poner fin a conflictos armados o a situaciones colonialistas), el cargo de secretario general cuenta con un poder moral nada despreciable en el foro internacional de naciones.

Archivado En