Calvo Sotelo puso fin a su gira gallega con un abrazo al apóstol

Con un abrazo al apóstol, tras su conversación con el delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell, concluyó el presidente Calvo Sotelo la primera gira de apoyo electoral cumplida durante 72 horas en las cuatro provincias que habrán de votar el próximo día 20 para la elección de los 71 miembros de su Parlamento regional.Ha sido un baño de inmersión en las realidades del partido del que el presidente madurará algunas conclusiones. Algunos personajes con exceso de figuración capitalina prueban luego sobre el terreno escasa capacidad de arrastre y otros combatidos sobre el adoquinado m...

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Con un abrazo al apóstol, tras su conversación con el delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell, concluyó el presidente Calvo Sotelo la primera gira de apoyo electoral cumplida durante 72 horas en las cuatro provincias que habrán de votar el próximo día 20 para la elección de los 71 miembros de su Parlamento regional.Ha sido un baño de inmersión en las realidades del partido del que el presidente madurará algunas conclusiones. Algunos personajes con exceso de figuración capitalina prueban luego sobre el terreno escasa capacidad de arrastre y otros combatidos sobre el adoquinado madrileño, como Jesús Sancho Rof, demostraron una excelente capacidad de movilización en Vigo y Pontevedra.

Leopoldo Calvo Sotelo, que empezó muy tímidamente en Betanzos en la mañana del lunes, se fue soltando lentamente y a última hora sus colaboradores comentaban que parecía incluso haberle cogido el gusto a la zarabanda electoral.

La preocupación fundamental es reducir el alto porcentaje de abstención que desvirtúa siempre las consultas electorales en Galicia. Se sabe que los porcentaje5 están inflados porque los censos registran cifras muy superiores a las de la población real. Pero nadie corrige esa distancia, porque determinadas facilidades administrativas muy preciadas en los núcleos de población se otorgan en consonancia con la población de derecho que tengan reconocida.

A la inflación de los padrones municipales hay que añadir como valor añadido en pro de la abstención el tradicional escepticismo galaico. Aquí todos los sondeos quedan pulverizados. Los encuestadores acaban siendo encuestados por la mirada escrutadora de los paisanos, que dejan fluir sus respuestas en la forma que estiman más afín a quien les hace las preguntas. Porque a lo mejor, quién sabe.

La confusión es otro factor poco estimulante. Y de la confusión puede dar idea que se hayan presentado diecinueve candidaturas distintas para cubrir los puestos al Parlamento gallego. Todo ello servido por unos medios informativos ubicados preferentemente en una derecha que no puede llamarse grande por sus comportamientos miopes, como señalaba un prestigioso periodista senior de La Coruña. Las posiciones progresistas y liberales de algunos periódicos se han ido apagando y algunos de los órganos más influyentes se han plegado hacia la derecha.

UCD asegura que intensificará su campaña tras la visita de Leopoldo Calvo Sotelo, que volverá en los días del sprint final. Mientras otros líderes nacionales vendrán a prestar su apoyo a los candidatos locales. Galicia, declaraba Pío Cabanillas, ha fabricado hasta ahora políticos para la exportación hacia las áreas centrales, y en esa categoría incluía su propio caso.

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