Crisis en la extrema izquierda portuguesa

La crisis que afecta a la Unión Democrática Popular (UDP), única formación de extrema izquierda representada, con un sólo escaño, en el Parlamento portugués, ejemplifica el colapso de la izquierda radical lusa.Este pequeño partido acaba de suspender a trece miembros de su dirección nacional, entre ellos a su representante en el Ayuntamiento de Oporto. Se trata de una situación transitoria, a resolver en el próximo congreso nacional, convocado para febrero, pero la mayor parte de los observadores piensa que la UDP acabará por sufrir la misma suerte que los demás grupos situados a la izquierda d...

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La crisis que afecta a la Unión Democrática Popular (UDP), única formación de extrema izquierda representada, con un sólo escaño, en el Parlamento portugués, ejemplifica el colapso de la izquierda radical lusa.Este pequeño partido acaba de suspender a trece miembros de su dirección nacional, entre ellos a su representante en el Ayuntamiento de Oporto. Se trata de una situación transitoria, a resolver en el próximo congreso nacional, convocado para febrero, pero la mayor parte de los observadores piensa que la UDP acabará por sufrir la misma suerte que los demás grupos situados a la izquierda del Partido Comunista.

La UDP, que se define como marxista-leninista y se halla confusamente ligada al PC de Albania, al disponía de una cierta implantación sindical que le permitía marcar su presencia en las grandes acciones laborales.

La ultraizquierda portuguesa, que llenó de ruido y furor los primeros meses de la revolución, que congregó en las calles de Lisboa centenares de millares de manifestantes y llegó a dictar sus leyes a la izquierda militar radical, se encuentra hoy reducida a pequeñas sectas.

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