Cartas al director

El espontáneo de AIbacete

No deja de asombrarme la polémica desatada en torno a la muerte del espontáneo de Albacete Fernando Elez, corneado y muerto por el toro Sospechoso. En todo este desgraciado asunto es obvio para mí que el único culpable de lo sucedido fue el propio espontáneo, mayor de edad, consciente -supongo- del peligro que conlleva el enfrentarse a un toro bravo, y que con su espontaneidad ha sumido a su familia en tan horrible desgracia. No sé a qué viene el abrir ahora un sumario judicial para buscarle las vueltas con mala uva a El Cordobés y su cuadrilla, a no ser que este buscar tres pies...

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No deja de asombrarme la polémica desatada en torno a la muerte del espontáneo de Albacete Fernando Elez, corneado y muerto por el toro Sospechoso. En todo este desgraciado asunto es obvio para mí que el único culpable de lo sucedido fue el propio espontáneo, mayor de edad, consciente -supongo- del peligro que conlleva el enfrentarse a un toro bravo, y que con su espontaneidad ha sumido a su familia en tan horrible desgracia. No sé a qué viene el abrir ahora un sumario judicial para buscarle las vueltas con mala uva a El Cordobés y su cuadrilla, a no ser que este buscar tres pies al gato, cuando sólo tiene cuatro, sea por ese gusto o regusto insano que sentimos en España al subir a alguien a la cúspide de la fama y popularidad para después despeñarlo y hacerle trizas. Muy propio de nosotros.Fernando Elez pagó con su vida su capricho infantiloide e irracional./

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