Un grupo de musulmanes cerca una comisaría en Ceuta

Las fuerzas antidisturbios de la Policía Nacional tuvieron que disolver en Ceuta, el martes por la noche, a un numeroso grupo de musulmanes que se había congregado en los alrededores de la comisaría situada en la barriada de Los Rosales.Todo comenzó cuando varios miembros de la Policía Nacional y un inspector del Cuerpo Superior de Policía condujeron al marroquí Mohamed Ahmed Donany, hacia las 22.15 horas, a la citada comisaría, debido a que momentos antes los había insultado al proceder a su identificación. Cuando se le comunicó que estaba detenido, acusado de insultos a los cuerpos de seguri...

Las fuerzas antidisturbios de la Policía Nacional tuvieron que disolver en Ceuta, el martes por la noche, a un numeroso grupo de musulmanes que se había congregado en los alrededores de la comisaría situada en la barriada de Los Rosales.Todo comenzó cuando varios miembros de la Policía Nacional y un inspector del Cuerpo Superior de Policía condujeron al marroquí Mohamed Ahmed Donany, hacia las 22.15 horas, a la citada comisaría, debido a que momentos antes los había insultado al proceder a su identificación. Cuando se le comunicó que estaba detenido, acusado de insultos a los cuerpos de seguridad del Estado, debió sufrir una crisis nerviosa, que motivó que rompiera una cristalera con intención de saltar al exterior, a la vez que gritaba fuertemente para llamar la atención de quienes en aquellos instantes circulaban por los alrededores. Dado que la comisaría se encuentra en una zona transitada normalmente por musulmanes, un gran número de éstos procedió a rodear el establecimiento policial, arrojando piedras, que rompieron diversas ventanas del edificio, e insultando a la policía.

Antidisturbios

La policía solicitó refuerzos, presentándose a los pocos minutos dispositivos antidisturbios, que forzaron la huida de los atacantes. Del resultado de la acción sufrieron lesiones dos policías nacionales, ambos de carácter leve.Uno de los testigos presenciales declaró a EL PAIS que estos hechos son normales en dicha zona, aunque hasta ahora se habían roducido con menor gravedaz, ya que siempre están por allí jóvenes que se encuentran bajo los efectos de algún alucinógeno. Apuntó, por último, que no sería nada extraño que en represalia «una de estas noches ocurriera algún acto vandálico».