Laína silencia sus gestiones con las autoridades francesas
Los principales altos cargos de la Seguridad del Estado regresaron ayer a Madrid, después de haberse entrevistado en París con sus colegas franceses, para estudiar las posibilidades de colaboración entre ambos países en la erradicación del terrorismo. El director de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, declaró en el aeropuerto que ambas partes han decidido mantener la máxima discreción sobre lo tratado, por razones de eficacia. Con Laína viajaron a París el director general de la Policía, José Luis Fernández Dopico; el jefe del Mando Unico Antiterrorista, Manuel Ballesteros, y el directo...
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Los principales altos cargos de la Seguridad del Estado regresaron ayer a Madrid, después de haberse entrevistado en París con sus colegas franceses, para estudiar las posibilidades de colaboración entre ambos países en la erradicación del terrorismo. El director de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, declaró en el aeropuerto que ambas partes han decidido mantener la máxima discreción sobre lo tratado, por razones de eficacia. Con Laína viajaron a París el director general de la Policía, José Luis Fernández Dopico; el jefe del Mando Unico Antiterrorista, Manuel Ballesteros, y el director general de la Guardia Civil, general Aramburu. Las conversaciones se han celebrado durante los pasados días 2 y 3.
Por parte francesa participaron el director del gabinete del ministro del Interior, Maurice Grimaud; el director general de la Policía Nacional, Bernard Gouzr; el director del servicio de informaciones generales, Paul Roux, y el de la Policía Judicial, Maurice Bouvier.
Críticas al Ministerio del Interior
El Sindicato Profesional del Cuerpo Superior de Policía (SPP) difundió ayer un comunicado en el que ponía de manifiesto su preocupación por lo que considera la situación de «descomposición que sufre el Cuerpo de Policía». El comunicado cita como ejemplos de la misma, entre otros, «el planteamiento de incongruentes planes de acceso a la escala de mando» establecidos por «quienes debieran velar por el afianzamiento de las instituciones de Orden Público». También se refiere como un ataque a su integridad al «paulatino trasvase de competencias del Cuerpo Superior de Policía hacia otros sectores considerados más dóciles o con menos posibilidad de defensa y respuesta democrática».