Tarancón: "No pasará nada en la Iglesia si el PSOE llega al poder"

«La iglesia española era después del Concilio, en los últimos años del régimen anterior, de izquierdas. A mí me llamaron comunista. Cuando ha cambiado la situación, la iglesia ve que un cambio brusco puede producir un desastre, porque la evolución ha de imponerse poco a poco. Yo he predicado la independencia, y el mismo Ruiz Giménez me dijo en Roma que yo era culpable de que no hubieran conseguido ni un diputado. Ciertamente yo me opuse a que ningún partido llevase apellido cristiano, porque no creo que el cristianismo deba estar en la lucha por el poder», ha declarado a Radio Popular de Caste...

«La iglesia española era después del Concilio, en los últimos años del régimen anterior, de izquierdas. A mí me llamaron comunista. Cuando ha cambiado la situación, la iglesia ve que un cambio brusco puede producir un desastre, porque la evolución ha de imponerse poco a poco. Yo he predicado la independencia, y el mismo Ruiz Giménez me dijo en Roma que yo era culpable de que no hubieran conseguido ni un diputado. Ciertamente yo me opuse a que ningún partido llevase apellido cristiano, porque no creo que el cristianismo deba estar en la lucha por el poder», ha declarado a Radio Popular de Castellón el cardenal arzobispo de Madrid-Alcalá. Vicente Enrique y Tarancón, quien pasa unos días de descanso en Villarreal.«Si el PSOE llega al poder», dice el cardenal Tarancón, «no pasaría nada en la Iglesia española. Yo diría que con Gobiernos menos católicos la iglesia vive mejor, siempre que la Iglesia mantenga su postura, consecuencia del Vaticano II, de no apoyarse en el poder para su misión, que nunca esté en la lucha por el poder y que sea fiel al evangelio que predica».

Iglesia y franquismo

Respecto al precio que puede estar pagando la Iglesia española por una excesiva identificación con el régimen del general Franco, el cardenal Tarancón acepta que, efectivamente, la Iglesia se identificó con ese régimen y que, junto con el Ejército, fue uno de los pilares fundamentales de ese sistema político. «Hoy no entendemos esto porque han cambiado las circunstancias, la cultura y la formación de la gente. Yo creo que cuando los obispos publicaron su carta colectiva de 1937, en favor del alzamiento militar, no tuvieron más remedio que hacerlo y no por presiones de las autoridades, sino por presión del pueblo. Debo decir que la Iglesia falló porque, debiendo ser instrumento de reconciliación del pueblo, siempre apareció unida con el poder».