Actividades subacuáticas

En relación con la carta publicada por -EL PAIS el pasado 11 de agosto, en la que hace alusión a la falta de medios de que disponía la Cruz Roja para buscar a un desaparecido en aguas de San Vicente de la Barquera (Santander), me gustaría, no justificar, pero sí tratar de explicar en parte la falta de medios, no sólo de Cruz Roja, sino también de bomberos o cualquier otro grupo de rescate que tengan que utilizar buceadores, que no sean de la Armada, para cualquier operación.Actualmente, y desde el año 1980, la Subsecretaría dé Pesca se niega a reconocer a las escuelas de buceo deportivo de los...

En relación con la carta publicada por -EL PAIS el pasado 11 de agosto, en la que hace alusión a la falta de medios de que disponía la Cruz Roja para buscar a un desaparecido en aguas de San Vicente de la Barquera (Santander), me gustaría, no justificar, pero sí tratar de explicar en parte la falta de medios, no sólo de Cruz Roja, sino también de bomberos o cualquier otro grupo de rescate que tengan que utilizar buceadores, que no sean de la Armada, para cualquier operación.Actualmente, y desde el año 1980, la Subsecretaría dé Pesca se niega a reconocer a las escuelas de buceo deportivo de los distintos clubes de actividades subacuáticas, las cuales, y durante más de veinticinco años, vienen impartiendo los cursos para la obtención del título de buceador. Estas escuelas se rigen, junto con la Federación Española de Actividades Subacuáticas (FEDAS), y las federaciones regionales, en lo que a enseñanza se refiere, por la orden de- Presidencia de Gobierno del 27 de abril de 1973 (Boletín Oficial del Estado número 173, de julio de 1973), y están dirigidas por instructores nacionales de la Escuela Regional de Buceo, y que, además, curiosamente, algunos de ellos han enseñado a los primeros buceadores. de la Armada, hoy también instructores nacionales, quizá.

Debido, pues, a la negativa de la Subsecretaría de Pesca a expedir los títulos, tenemos retenidas en las federaciones regionales y en la nacional cientos de documentaciones de buceadores que potencialmente podrían estar en esos puestos de Cruz Roja, en distintos grupos de rescate, o, por qué no, disfrutando del fondo del mar./