La táctica del calamar

Probablemente nadie habría explicado a los españoles lo que está ocurriendo tan bien como el profesor Rodríguez de la Fuente. El nos mostraría en la pequeña pantalla la figura del calamar y nos describiría la curiosa táctica de ese molusco que, cuando se ve agredido o acorralado, suelta la oscura secreción de su tinta para enturbiar las aguas y hacer la visión de sus cazadores.Pensábamos los españoles que en lo fundamental estaban demasiado claras las responsabilidades de todos y que faltaba sólo la rúbrica de una sentencia, cuando se nos ofrece un espectáculo casi tan triste como el del 23 de...

Probablemente nadie habría explicado a los españoles lo que está ocurriendo tan bien como el profesor Rodríguez de la Fuente. El nos mostraría en la pequeña pantalla la figura del calamar y nos describiría la curiosa táctica de ese molusco que, cuando se ve agredido o acorralado, suelta la oscura secreción de su tinta para enturbiar las aguas y hacer la visión de sus cazadores.Pensábamos los españoles que en lo fundamental estaban demasiado claras las responsabilidades de todos y que faltaba sólo la rúbrica de una sentencia, cuando se nos ofrece un espectáculo casi tan triste como el del 23 de febrero: personalidades respetables que se pasan unos a otros la patata caliente, afirmaciones contrapuestas en las que, evidentemente, alguno de los testigos miente, contradicciones impresionantes dentro de cada testimonio y de ellos entre sí. (...)

Trata de mancharse abiertamente a la totalidad del Ejército montando sobre pequeños indicios de vacilaciones una supuesta complicidad golpista de la mayor parte de los capitanes generales.

Trata de mancharse a los partidos políticos poniendo a rodar una hipótesis tan inverosímil como la de que algunos de ellos hubieran estado dispuestos a asumir una oscura solución impuesta o con la fuerza o aprovechándose de que un golpe de fuerza estaba en marcha.

Trata, sobre todo, de involucrarse al Rey.( ...)

Sucia y peligrosa táctica ésta. Y estéril, esperamos. Porque ni la Justicia ni el pueblo español van a caer en esa trampa. ( ... ) 15 de agosto de 1981