Cartas al director

Etica médica y hueIga de hambre

La polémica suscitada en torno a la actuación de los médicos en el caso de presos en huelga de hambre, la obligatoriedad o no de prestarles asistencia en contra de su voluntad, debe ser contemplado desde la óptica de la ética médica más exigente.La pregunta concrta que si un médico puede ser obligado por la autoridad a alimentar artificialmente a un preso en huelga de hambre en contra de su voluntad tiene una respuesta cencreta: ni el médico puede ser obligado ni los colegios de médicos pueden ni deben tolerar que se imponga al médico semejante obligación.

Quien tenga la autorida...

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La polémica suscitada en torno a la actuación de los médicos en el caso de presos en huelga de hambre, la obligatoriedad o no de prestarles asistencia en contra de su voluntad, debe ser contemplado desde la óptica de la ética médica más exigente.La pregunta concrta que si un médico puede ser obligado por la autoridad a alimentar artificialmente a un preso en huelga de hambre en contra de su voluntad tiene una respuesta cencreta: ni el médico puede ser obligado ni los colegios de médicos pueden ni deben tolerar que se imponga al médico semejante obligación.

Quien tenga la autoridad debe acostumbrarse a la idea de que los médicos no podemos ver en un preso en huelga de hairibre un enemigo del Estado, sirio simple y llanamente un ser humano en menesterosidad en el ejercicio de su potísima libertad.

España es miembro de pleno derecho de World Medical Ass., y ésta, en acuerdo unánime adoptado en la asamblea de Tokio, 29-10-1975, declaracion relativa a la tortura y otros castigos crueles inhumanos y degradantes durante la detención y encarcelamiento, establece en su punto quinto:

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«El preso no será forzado a tomar alimentación artificial cuando rehúse tomar alimente, y a criterio del médico haya sido en su momento, capaz de sopener en forma racional y realista las consecuencias de su voluntaria decisión. Tal opinión del médico sobre la capacidad del preso, para sopesar su decisión, deberá ser corroborada al menos por un médico independiente. Las consecuenuias de rehusarse a tomar alimenio serán explicadas por el médico al detenido».

Es a todas luces evidente que los médicos que se encuentran al servicio del Estado u organismos de la Administración están más expuestos que los que ejercen libremente, a exigencias, a veces contradictorias, de solidaridad v lealtad entre sus deberes de funcionarlo de la Administración Institucional del Estado y sus deberes de pura ética profesional; en casos concretos, como la huelga de hambre, el médico tiene que decidirse entre valores que conipiten entre sí, y puede verse sometido a presiones que le hagan vacilar respecto a sus criterios originales. Cuando el conflicto es patente y hay que tomar una u otra alternativa es natural que la persona -médico- sienta la necesidad de una guía de total independencia para decidir su comportamiento.

Cuando se forma parte de un grupo profesional, como normativa ética semejante en el mundo civilizado y libre, debe, entre otras cosas, tomar como punto de referencia lo que hacen sus colegas en situaciones análogas. Una regla unánimemente aceptada por la Asociación Médica Mundial ayuda y ampara a las personas incluidas en dicha asociación para hacer frente a los problemas que surjan como consecuencia de las diferentes exioencias que puedan pretenderse imponer en una situación concreta por «la superioridad».

La actuación del médico debe ser cuidadosamente salvaguardada, la independencia del ejercicio debe ser rigurosamente exigida, la libertad del médico para decidir por sí mismo con arreglo a su conciencia profesional, frente a imposiciones o exigencias de quienes ostenten el poder, es el gran tesoro que las organizaciones colegiales deben mantener integro para leclarlo íntegro también a quienes nos sucedan.

En el caso de que se pretenda imponer al médico por el poder estatal la exigen cla de alimenta

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ción artificial de presos en huelga de hambre, siempre que se cumpla la premisa condicionante de que el médico sepa que la decisión de negarse a tomar alimentos ha sido tomada por el preso lúcidamente, la Organización Médica Colegial puede y debe tomar una firmísima actitud, debe el médico recibir de su Colegio todo el apoyo a que tiene derecho, y el Colegio debe asumir plenamente sus obligaciones, enfrentándose, si fuera preciso, con las autoridades, recurriendo, si fuera menester, al amparo de los organismos. internacionales a través del comité permanente de World Médical Association.

Debo manifestar expresamente que aquí y ahora se expresa el criterio del presidente de la Comisión Nacional de Deontología, sin que obligadamente exprese la voluntad colegiada de la comisión, que por apremio en el tiempo no ha podido ser reunida./ , presidente del Colegio Oficial de Médicos de .

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