Cartas al director

Martín Vigil «versus» Susana Estrada

Mis felicitaciones y reconocimiento a Susana Estrada y Martín Vigil por su mano a mano televisivo sobre el sexo. Y mi sarcasmo, no sorprendido, ante la iniciativa de unos miembros del partido del Gobierno, a instancias de sectores del mismo, de realizar una encuesta. de opinión sobre el mencionado programa. Quizá fuera más productivo y aleccionador que el tema de la encuesta fuera otro. Ellos saben muy bien que hay muchos asuntos más trascendentes para nuestra sociedad que un programa que se ve, puede gustar o no gustar (desconéctese el televisor), pero que no mata -aceite de colza desnaturali...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Mis felicitaciones y reconocimiento a Susana Estrada y Martín Vigil por su mano a mano televisivo sobre el sexo. Y mi sarcasmo, no sorprendido, ante la iniciativa de unos miembros del partido del Gobierno, a instancias de sectores del mismo, de realizar una encuesta. de opinión sobre el mencionado programa. Quizá fuera más productivo y aleccionador que el tema de la encuesta fuera otro. Ellos saben muy bien que hay muchos asuntos más trascendentes para nuestra sociedad que un programa que se ve, puede gustar o no gustar (desconéctese el televisor), pero que no mata -aceite de colza desnaturalizado-, que no produce miseria -paro-, que no produce desesperación -corrupción-, etcétera.El obispo de Orense, Temiño Saiz, es muy quién para hacer juicios de valor a título personal, pero no en nombre del «público español», al que alude haciéndose portavoz de un hipotético rechazo del programa. No olvide monseñor Temiño, o mejor empiece a pensar que, por un lado, él no es un representante electo del pueblo para transformarse en portavoz del mismo y que, por otra parte, la humanidad, y, por ende, la sociedad española, ya no precisa de intermediarios intencionadamente distorsionadores (Iglesia como institución) para mantener la dialéctica con Dios. El hombre que necesita a

Más información

Dios sabe hablar con El, calra, llanamente, sin necesidad de intermediarios ni traductores. De esta comunicación emanan la ética y moral evangélica y social sin manipulaciones./

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En