Cinco heridos por la explosión de una bomba en Madrid

Cinco personas sufrieron heridas -una de ellas de pronóstico grave- ayer, de madrugada, a consecuencia de la explosión de una bomba, de fabricación casera, en la plaza de Olavide. El artefacto fue abandonado por unos desconocidos junto a un arbusto cuando concluía la verbena organizada con motivo de las Fiestas populares del Carmen, del distrito de Chamberí. Estaba formado por medio kilo de pólvora, una carcasa y un mecanismo pirotécnico. Varios testigos aseguran que, poco antes del atentado, «varios muchachos en actitud paramilitar habían pasado por la plaza».Pilar Emeterio Martínez, de dieci...

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Cinco personas sufrieron heridas -una de ellas de pronóstico grave- ayer, de madrugada, a consecuencia de la explosión de una bomba, de fabricación casera, en la plaza de Olavide. El artefacto fue abandonado por unos desconocidos junto a un arbusto cuando concluía la verbena organizada con motivo de las Fiestas populares del Carmen, del distrito de Chamberí. Estaba formado por medio kilo de pólvora, una carcasa y un mecanismo pirotécnico. Varios testigos aseguran que, poco antes del atentado, «varios muchachos en actitud paramilitar habían pasado por la plaza».Pilar Emeterio Martínez, de dieciocho años, acababa de ganar el concurso de disfraces, dentro de las fiestas del Carmen, y se disponía a volver a casa junto a varios familiares, toda vez que la orquesta había concluido su actuación. El grupo cruzó la plaza a las 2.15 horas de ayer. Cuando pasaba frente a un banco, situado frente al número 1, estalló una bomba que alguien había camuflado en un arbusto. Las doscientas personas que aún estaban en la verbena corrieron en todas las direcciones. En apariencia, los más afectados eran dos hombres y una mujer que ocupaban un banco próximo.

A cierta distancia del lugar, Pilar Emeterio sintió un fuerte dolor en el pecho. Sus familiares vieron entonces que estaba sangrando. Un cuñado suyo, José Manuel Ruiz, y los tres ocupantes del banco, Rafael Lorente, de veintisiete años; María Remedios Díaz, de veintitrés, y Rafael Redondo, de veintidós, también sufrían lesiones, aunque de menor consideración.

Las ventanas abiertas

Casi todas las ventanas de las casas de la plaza estaban abiertas a consecuencia de la alta temperatura. Aturdidos por la explosión, muchos de los vecinos y visitantes pensaron, en un primer momento, que la explosión les había afectado. Según la Jefatura Superior de Policía, la dotación de un coche patrulla zeta, que se encontraba en las cercanías, hubo de ser atendida: todos los agentes tenían dolores de cabeza y de tímpanos.Los médicos de guardia en el equipo quirúrgico de Chamberí hicieron las primeras curas a los heridos. Unicamente Pilar Emeterio parecía haber sufrido lesiones muy graves. En previsión de lesiones internas, las cinco personas fueron ingresadas en el hospital Clínico. Poco después, cuatro de ellas eran dadas de alta. De acuerdo con el parte clínico, Pilar sufre «traumatismo torácico penetrante y traumatismo torácico-abdominal». Su estado fue calificado como muy grave. Gracias a las radiografías que le fueron practicadas posteriormente se descubrió que tenía alojado un cuerpo extraño, tal vez uno de los fragmentos de la carcasa de la bomba, entre el corazón y uno de los pulmones. Superado el pesimismo inicial, los médicos comentaron que, salvo imprevistos, puede esperarse una recuperación completa. Sin embargo, su estado exige una espera de unas 48 horas, antes de una hipotética intervención.

La Jefatura Superior de Policía se ha hecho cargo de las pesquisas para el esclarecimiento del caso.

Hace ahora dos años, también fue un 17 de julio, una bomba de características similares hizo explosión en la calle de Manuela Malasaña matando a una joven e hiriendo a varias personas.

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