El Estado ingresó en 1980 cerca de 50.000 millones de pesetas del servicio telefónico, según la patronal ANIEL

El Estado ingresó en 1980 cerca de 50.000 millones de pesetas procedentes de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), según estimaciones del director general de la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas (ANIEL), Pedro Higuera. La elevada cifra de ingresos del Estado por el teléfono contrasta con la cifra de inversiones de la CTNE en el mismo ejercicio (115.839 millones de pesetas financiados en buena parte mediante créditos internacionales) y con la situación crítica del sector industrial de las telecomunicaciones.

Los ingresos del Estado proceden de un canon del 6% sob...

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El Estado ingresó en 1980 cerca de 50.000 millones de pesetas procedentes de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), según estimaciones del director general de la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas (ANIEL), Pedro Higuera. La elevada cifra de ingresos del Estado por el teléfono contrasta con la cifra de inversiones de la CTNE en el mismo ejercicio (115.839 millones de pesetas financiados en buena parte mediante créditos internacionales) y con la situación crítica del sector industrial de las telecomunicaciones.

Los ingresos del Estado proceden de un canon del 6% sobre la facturación de la CTNE en 1980; de su participación como accionista (cerca del 50% del capital) en los beneficios de la compañía; de un impuesto al abonado del 22% por «uso de teléfono»; de rentas de capital sobre obligaciones y préstamos; y de las recaudaciones por el Impuesto sobre Rendimientos de Trabajo Personal.La Compañía Telefónica, según datos de la memoria del ejercicio de 1980, obtuvo -con un capital de 213.610 millones de pesetas- unos beneficios de 23.816 millones. Los ingresos de explotación ascendieron a 168.454 millones. Los recursos propios se situaron en 538.351 millones, y los ajenos en 452.838 millones. El activo fijo ascendió a 893.269 millones de pesetas.

Frente a los fuertes ingresos del Estado a partir del uso del teléfono y frente a los beneficios citados de la CTNE, el sector de las telecomunicaciones y de la electrónica, que da empleo a más de 100.000 trabajadores, se encuentra en una situación crítica. El 70% de la facturación de estas firmas está en manos de un solo cliente, la CTNE.

Standard Eléctrica, la mayor empresa del sector (da empleo a cerca de 20.000 trabajadores), perdió 1.606 millones en 1980. Márquez Balín, el presidente de esta compañía, anunció hace algunas semanas -al presentar los resultados del ejercicio- que Standard Eléctrica se acogerá al reciente decreto de reconversión industrial para proceder a una sustancial reestructuración de instalaciones y plantilla. Según Márquez Balín, la compañía que preside soporta como trabajadores ociosos al 20% de su plantilla.

En Marconi y Citesa, las dos filiales de Standard, que perdieron en 1980 unos 800 millones de pesetas cada una de ellas, también se habla de reestructurar sus actividades y dimensiones. La situación de muchas otras empresas del sector es también grave.

En 1980 la producción del sector de telecomunicaciones se situó en 55.841 millones, lo que supone una caída del 2%. El mercado, unos 47.608 millones, descendió también dos puntos. Las importaciones se situaron en 5.562 millones, y las exportaciones en 13.795 millones, todo ello según datos de ANIEL.

El plan cuatrienal

Junto a estos datos, fuentes de Telefónica han reconocido públicamente la necesidad de proceder a una revisión del plan cuatrienal de inversiones de Telefónica. Un plan, que tras un laborioso período de promesas, incumplimientos, proyectos y contraproyectos, fue presentado a la Prensa en mayo de 1980, por el ministro de Transportes y Comunicaciones, José Luis Alvarez. El plan, cuya aprobación no se sabe bien a quién correspondía, planteaba unas inversiones por valor de 787.600 millones de pesetas para el período 1980-1984.En 1980, sin embargo, los incrementos de tarifas telefónicas propuestos en el plan para la financiación de una parte sustancial de las inversiones, crecieron por debajo de lo previsto. El Gobierno sólo autorizó un aumento del 9,8%, por lo que la financiación ajena en la obtención de recursos de la CTNE aumentó de forma sensible. Junto a ello, se produjo una caída relativa en el uso del telófono y una reducción en el ritmo de la demanda de teléfonos. De ahí que a los pocos meses de entrar en vigor el mencionado plan cuatrienal de inversiones se esté anunciando ya, para el próximo otoño, su revisión.

Las tasas de inversión de Telefónica, en pesetas constantes, están creciendo en España por debajo de las tasas medias de las administraciones de telecomunición europeas, según la patronal del sector electrónico.

Las inversones de la Compañía Telefónica, traducidas a equipos de telecomunicación, según ANIEL, se han reducido en un quinquenio al 65% de su valor total. En 1980 sólo el 65% de las inversiones va destinado a equipos de telecomunicación. Esto supone, según Pedro Higuera, que el plan de inversiones actual de la CTNE se traducirá en 238.000 líneas menos que en el período anterior.

Crecimiento inferior al europeo

La previsión del Banco Mundial sobre el sector de telecomunicaciones en el mundo habla de un crecimiento del producto interior bruto, para el período 1980-1985, del 2,3%. El crecimiento de las inversiones en el mismo sector, para idéntico período, lo sitúa el Banco Mundial en un 8,5%. Porcentaje que coincide con el expresado por el prestigioso informe Arthur D. Little, como tasa de crecimiento anual acumulativo para el sector de telecomunicaciones en el período 1980-1985.El plan cuatrienal de inversiones de Telefónica supone unas inversiones totales para el período 1981-1984 de 673.000 millones de pesetas corrientes, y para el período 1981-1985, de 787.000 millones de pesetas corrientes. De estas cifras se deduce, según Pedro Higuera, un incremento medio anual acumulativo, en términos reales, para 1981-1984, del 1,3%.

La simple comparación de porcentajes demuestra, a juicio de la patronal del sector de telecomunicaciones, el menor crecimiento en nuestro país de estas industrias, consideradas de futuro en el próximo quinquenio. Hasta el punto de que en algunos productos específicos se corre el peligro de quedar descolgados de Europa.

Los empresarios del sector, ante las noticias de una próxima revisión del plan cuatrienal de inversiones, por parte de la Compañía Telefónica, vuelven a plantear la continua incertidumbre a la que están sometidos y denuncian la ausencia de una política clara del Gobierno hacia el sector de las telecomunicaciones.

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